Los personajes que aparezcan en esta historia no son de mi propiedad, créditos a sus respectivos creadores.
“¡Quiero ser como tú!”
El sol teñía el atardecer de ese naranja que cautivaba a más de uno, las personas se paseaban de un lado para otro sin rumbo aparente mientras que un infante era sujetado por dos adultos que aparentaban ser sus progenitores y el gesto del niño corroboraba aquellas suposiciones pues con esa sonrisa transmitía lo evidente.
Sujetaba su fornido brazo y se apegaba hacia él demostrando así el cariño que esa rubia le tenía a su hombre, la sonrisa que ya hacia en su rostro se esfumo y fue remplazanda por una mirada indiferente acompañada de un rostro de pocos amigos, su ánimo decayó drásticamente cuando tres hermosas damas se dirigieron hasta su posición.
Una conversación fue entablada cuando tales féminas llegaron hasta su posición, en teoría debió de ser así puesto que una de ellas se negó a dirigir palabra alguna y solo se quiso centrar en el hombre de prendas negras del cual no despegó su atención ni un solo instante y pareciera ser la única de las cuatro que notó el como Gokú se encontraba distraído.
—Amor, ¿sucede algo? —la diosa de la belleza cuestionó un tanto desconcertada por el extraño suceso que se generó.
—Solo recordé algo, nada importante por ahora —Gokú respondió detrás del accesorio que cubría su rostro, una de ellas tomo el brazo del saiyajin y lo apegó hacia sus dotes causando un leve enfado en Afrodita que hizo lo mismo, él solo suspiro reduciendo la importancia de esta escena.
—¿Ese niño tiene mucho que ver?, ¿verdad? —más que pregunta fue una afirmación, misma que abrió nuevamente la conversación.
—Tal vez —respondió siendo demasiado cortante y al mismo tiempo dejando más dudas en aquella feminista.
—¿De que hablas Kai? —al terminó de esa repuesta que no convenció del todo a Afrodita ella indagó cuestionando a la diosa de los mares, sin embargo todo intento de entablar una conversación con ella resultó inútil, esta no fue la excepción pues la rubia le ignoró y desvió la mirada en el proceso.
La rubia de grandes atributos chasqueo con molestia por aquella actitud tan irritante que demostraba la diosa de los mares, decidió ignorarla para así evitar cualquier clase de conflictos entre ambas pues recordó que no solo era ella la única mujer que deseaba algo más que la atención del saiyajin, entonces solo se pegó aún más al azabache acomodando sus montículos sobre el fornido brazo del hombre porque aquellas feminista hacían dudar si él sería completamente para ella.
Las ideales de aquella diosa se desmantelaron cuando las demás mujeres que le acompañaban también se apegaron al sicario buscando igualmente estar lo más cerca posible sin llegar a incomodar al que había llamado la atención de todas ellas, con un rostro de fastidio esperaba regresar pronto a su hogar y que el mal inconveniente pasará rápido para así tenerle solo para ella y atenderle en lo que se le ofrezca.
Los minutos parecieron ser eternos para la mujer que presumía ser la amante de aquel sicario quien después de que le estuvieran espiando con continuidad no dejaba de ser señalado discretamente por las personas de su alrededor sin que a este le importase mucho pues él seguía centrado en las mujeres que le rodeaban sin despegarse de su persona y por ahora no podía hacer absolutamente nada para evitar aquel contacto.
Su mente se colocó en marcha cuando una palabra resonó en sus adentros, misma que ya había observado con anterioridad cuando se adentraron en ese sitio sin que este llamara mucho su atención en ese entonces, sin embargo todo cambió cuando volvió a leer aquella palabra pues era casi inevitable no hacerlo, los edificios a su alrededor algo en común para distinguir en lugar están situados.
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No soy nadie.
FanfictionUn temido guerrero vuelve al lugar donde paso gran parte de su vida y donde fué criado después de mucho tiempo, pero noto como aquel mundo era habitado por unas deidades que se hacían llamar los más poderosos del universo.