Los personajes que aparezcan en esta historia no son de mi propiedad, créditos a sus respectivos creadores.
“Incógnitas”
—¡Hola!, un gusto conocerlo, —exclamó la mujer de rosa cabellera teniéndole por fin frente a ella.
—Hola, supongo, disculpe ¿la conozco? —preguntó aquel hombre con aparente desconcierto.
—No había tenido la oportunidad de conocer a tan espléndido guerrero, le he estado observando desde que llegué a este planeta, espero que eso no le moleste —vociferó con una sonrisa de lado.
—¿Que necesita de mi la hakai-shin? —habló repentinamente aquel hombre y el asombro de la mujer no tardo en llegar.
— ¡Vaya!, es un honor que sepa acerca de mí —respondió ocultando su notable impresión.
— ¡Se muchas cosas!, y aún mejor sería bueno que me dijera que necesita usted de mí —nuevamente hablo con la serenidad que le caracterizaba.
—Se ve muy tranquilo a comparación de la actitud que mostró en su primer combate —comentó con más interés en el azabache.
—Iré al punto… solamente quería conocerlo porque desde que lo vi supe que no era alguien normal y bueno al parecer acerté —terminó de explicar y el saiyajin se vio interesado.
—¡Kakarotto!, pero eso usted ya debe de saberlo pero igualmente es un gusto conocerla hakai-shin —habló extendiendo su mano derecha que era cubierta con un guante negro.
—¡Ciris!, igualmente es un gusto en por fin poder cruzar palabras con usted —dijo estrechando la mano del saiyajin.
Ella quería saber más del sicario y él lo sabía, para que no preguntará más se limito a responder algunas de las preguntas de aquella deidad y las que iban más allá de las que él pueda responder simplemente las ignoraba, situación que ella también notó y todo parecía indicar que eso no era de su agrado.
Las cosas se habían puesto un poco tensas desde que aquel hombre se negó a contestar más de las cuestiones de aquella dama porque en todo momento ella parecía tener un rostro completamente fastidiado dado porque el saiyajin no le prestaba la atención que creía que se merecía por ser una deidad de alto rango.
Miro a lo lejos y logró divisar como su amante entablaba una conversación con una mujer que parecía acaparar la atención de él, acción que no fue de su agrado porque un extraño sentimiento invadió su ser, y a decir verdad la mujer con la que conversaba era demasiado bella, tanto así como para llegar a competir de tu a tu con la diosa encargada de portar el título de la belleza.
—¡Hola amor!, ¿con quién hablas? —repentinamente ella llego y agarró del brazo del hombre poniéndolo entre sus enormes atributos.
—No hablaba con nadie en especial, solo con ella —dijo señalando a la peli rosa.
—¡Disculpe!, ¿quién es usted? —indignadamente cuestionó la deidad por estar haciéndola menos.
— ¡Ella es mi mujer!, su nombre es Afrodita, ¿no es así amor? —no se espero que respondiera por ella y mucho menos que lo hiciera de esa manera, fue entonces que sintió cómo el calor corporal de su cuerpo aumento y cómo su corazón latía fuertemente e inevitablemente el tinte rosa baño sus mejillas.
—¡Si-si!, un gusto señorita… —habló tartamudeando y después no logro seguir porque no encontraba las palabras correctas para hacerlo.
—¡Ciris!, ese es mi nombre… es un placer —secamente vociferó no prestándole mucha atención a la rubia y se centro mejor en el hombre aprisionado en los montículos de Afrodita.
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No soy nadie.
FanfictionUn temido guerrero vuelve al lugar donde paso gran parte de su vida y donde fué criado después de mucho tiempo, pero noto como aquel mundo era habitado por unas deidades que se hacían llamar los más poderosos del universo.