Capítulo XIV

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7 de agosto de 2021:

Otro día más y despiertos, otro día en donde aspiramos el oxígeno que nos mantiene vivos.

Faltan 10 días para ese momento, y no se adelanten a los spoilers de las páginas siguientes, no se vale porque no sentirán la emoción que conlleva la situación.

Por lo que observo, en las noticias ya no mencionan tan a menudo sobre el covid-19, bueno, de que hay infectados y personas que están en terapia intensiva, sí, pero ya es diminuto. Esta inmunización fue lo justo y necesario para el Paraguay. Mediante esto, mediante la ciencia se ha reducido el riesgo y el problema saturado que hubo hace unos meses atrás.

Me alegra bastante, al menos estamos un poco más tranquilos, en los meses de abril y mayo era un caos terrible. A uno le dolía el alma ver a personas sufrir y perder a sus seres queridos por esta enfermedad, más por la falta de insumos médicos.

Para esas personas indudablemente reina en su interior el resentimiento por el pésimo sistema de salud que poseemos.

Y así es la vida, es triste e injusta...

En fin, estoy en proceso de mi anteproyecto de tesis, estuve en duda, porque no sabía qué elegir ni con qué trabajar. Yo, en ese sentido soy un verdadero desastre, no puedo decidirme por completo y tomar un decreto rápido.

Me tomó 22 días en saber qué me gustaba y con qué en realidad quería trabajar, fue mucho tiempo. Pero la decisión tomada valió la pena.

Tiempo al tiempo, todo llega en su debido momento...

Hablemos del mundo de la Universidad, como lo dice su nombre es un "universo" de individuos, de poblaciones y de grupos que están ahí. Una vez entrado en ella debes ser fuerte, porque el camino está lleno de baches, de piedras, de escaladas duras y de espinas que te clavan. Me refiero principalmente a las materias dificultosas y a las personas.

Extraño las clases presenciales, y compartir con mis compañeros/as la adrenalina de rendir un examen difícil, desvelarse estudiando con centenares de páginas, en donde literalmente nos tragábamos completamente. Salir de ello como si fuera una lucha de titanes, o de un quirófano. Una lucha total.

Pero la mejor parte, la hora de la salida, y más, un viernes a la tarde, a veces ya estamos muy cansados por la sobrecarga de tareas y exámenes, entonces, decidimos descansar, pero en ocasiones compartimos y realizamos una pequeña reunión en celebración a esas calificaciones obtenidas, a esas defensas orales de las exposiciones hechas.

En fin... se siente la añoranza de esos momentos.

¿Volveremos nuevamente a esos antaños?

No lo sabemos, pero yo espero que sí...

Desvelos. Una historia entre la pandemiaWhere stories live. Discover now