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•|🧀|• Capítulo 19 •|🧀|•

FIESTA DE CUMPLEAÑOS ARCO PARTE 3

Robots alienígenas y demonios

Akutagawa se preguntó por qué había asumido que algo en su vida debería estar bien.

Por supuesto, hubo excepciones. Atsushi estaba allí, Kyouka era una buena amiga. Podía contar con Gin. Fyodor finalmente comenzaba a mejorar en kanji.

Esas pequeñas cosas brillantes en la tristeza que era su vida en este horrible país de plástico y un sistema de reciclaje casi inexistente le dieron falsas esperanzas y le hicieron pensar que las cosas en su vida estarían bien.

Como la noche de cine.

Terminaron reuniéndose una semana después pero, afortunadamente, Gogol había equivocado las fechas y todavía era antes de la cita de Sigma. A pesar de que habían pospuesto, Shibusawa tuvo las agallas de simplemente pasarle la película a Fyodor y nunca venir. Era la pista que deberían haber notado. Pero Akutagawa asumió que su propia vida no era un manga brillante, por lo que no habría ningún presagio del desastre que se avecinaba.

Todos se reunieron frente al televisor, Kyouka se sentó en un sillón que juzgó a una distancia segura de Sigma, quien seguía diciéndole lo hermosa que era en su opinión, pero como esta vez estaba sobrio, logró ser menos espeluznante.

Akutagawa deseaba poder decir que la película tampoco era tan espeluznante. Tal vez espeluznante no era una buena palabra. Fue mala y asquerosa. Inquietantemente estúpida e ilógica hasta el punto de irritarlo. Pero sobre todo, asquerosa. Y demasiado sexualizado solo para sorprender aún más a la audiencia de una manera que realmente molesta a Akutagawa.

Y entonces, el perro murió.

Akutagawa no era un gran fanático de los perros, pero eso simplemente acabó su paciencia. Ya no podía aguantar esa estúpida basura de película.

—Ya no veré esta basura. Disfruten.

—Quédate. Estoy de acuerdo con el vampiro vegano. ¡Veamos una película mejor! —Gogol sugirió presionar el botón de pausa. Incluso él parecía estar desanimado por la película y era raro, ya que Gogol solía ser del tipo que disfrutaba casi todo—. ¿Alguien se opone? Fyodor, ¿qué quieres ver?

—¿Te das cuenta de que hay más gente aquí? —siseó Akutagawa. Afortunadamente, Rashōmon, el gato que siguió a Atsushi a casa esta semana, saltó a su regazo y exigió que lo acariciara.

Atsushi no tenía idea de que Akutagawa ya había nombrado al gato y lo había adoptado en su mente. Por lo que su novio sabía, el gato solo se quedaría hasta que la pata se curara. Lo llevaron al veterinario al día siguiente de su aparición, asegurándose de que fuera saludable.

De alguna manera, Rashōmon se había abierto camino hasta el corazón de Akutagawa. Se dio cuenta de eso, pero trató de mantener su dignidad y fingió que nada había cambiado. Aunque casi se rompe cuando Atsushi publicó la foto de Rasho6umon en línea para buscar a sus verdaderos dueños. (Posibles propietarios anteriores, ahora era de Akutagawa).

El gato también terminó amando a Akutagawa después de la semana que pasaron juntos. Desde el principio, Akutagawa era su favorito, pero ahora no había dudas al respecto. Mientras saltaba sobre Akutagawa y dormía en su regazo constantemente, trataba a los demás con distancia y preocupación, a veces con odio. Por ejemplo, Rashōmon despreciaba a Gogol por alguna razón. Las marcas de arañazos en su antebrazo eran una prueba sólida de ello. Sin embargo, el gato ronroneaba cada vez que Akutagawa lo tocaba. El chico no se estaba quejando exactamente.