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•|🧀|• Capítulo 24 •|🧀|•

La fiesta del sombrero es una buena fiesta

Pequeña nota sobre la referencia bibliográfica: Fyodor Dostoyevski tenía miedo a las arañas, especialmente después de su exilio en Siberia. Pasó parte de su exilio en el sur, cerca de Kazajstán, y ha visto muchos insectos espeluznantes allí y leí que lo confundió un poco.

¡Wow, me perdí esas referencias!

De todos modos, ¡diviértete!

A Akutagawa le gustaba imaginarse a sí mismo haciendo un cambio como abogado. Esa fue una de las pocas cosas que lo ayudaron a soportar los ominosos libros de texto que pesaban una tonelada y estaban escritos de una manera horrible. Aún así, no funcionó por mucho tiempo. Sabía que pronto tenía un examen, por lo que necesitaba estudiar, pero en este punto, solo estaba buscando desesperadamente una razón para un descanso.

Akutagawa miró fijamente a Atsushi, quien estaba escribiendo rápidamente en el teclado de su computadora portátil, claramente muy involucrado en la conversación. Estaba medio acostado en su mal y no parecía que fuera a salir de la habitación pronto.

—Atsushi, ¿podrías irte un momento? Debería comprobar el regalo de Dazai y Chuuya.

—O simplemente podrías decirme qué hay en la caja junto a la ventana y así no tendría que irme —sugirió Atsushi—. O podría simplemente cerrar los ojos. Realmente no quiero moverme.

Akutagawa suspiró.

—No —se negó—. Pero bien. Me ocuparé de eso más tarde. Solo recuérdame cuando estés dispuesto a levantarte.

—Gracias, Ryuu —sonrió Atsushi—. Oye, quiero preguntarte algo. ¿Se mudó Gogol y no me di cuenta?

—Bueno, él no estuvo aquí anoche pero sus cosas en su mayoría todavía están aquí. ¿Por qué lo preguntas? —Akutagawa guardó su cuaderno.

Atsushi levantó la vista de la computadora.

—No lo tomes a mal, pero hace unas dos semanas, Gogol comenzó una conversación conmigo, Chuuya y Odasaku diciendo: «Todos salimos con gente rara, hagamos un grupo para que podamos quejarnos». No es que me queje tanto de ti. Solo me gusta escuchar sus problemas —Atsushi aclaró eso rápidamente—. Y cosas extrañas están sucediendo ahora mismo en este grupo.

—¿Qué quieres decir?

—Parece que Fyodor y Gogol tuvieron una pelea y ahora Gogol vive en casa de Dazai. Bueno, técnicamente, se queda con Chuuya, pero todos sabemos que es el lugar de Dazai.

—¿Por qué Gogol iría a casa de Dazai? —Akutagawa lo encontró terriblemente sospechoso—. Tiene muchos mejores amigos.

—Sin mencionar que vivimos aquí y creo que lo habríamos sabido si hubiera una pelea.

Fueron interrumpidos por un fuerte golpe. Akutagawa se puso de pie y abrió la puerta que reveló a Fyodor en pánico.

—Hay una araña en el baño. Uno de ustedes necesita deshacerse de eso. Ahora. Por favor, es aterrador.

Akutagawa permaneció inmóvil, saboreando este momento. No era tan frecuente que Fyodor estuviera indefenso y necesitara tanto su ayuda. Le tomó demasiado tiempo hacerlo porque Atsushi logró superar la conmoción e intervenir como el salvador.

—Yo la sacaré. —ofreció, poniéndose de pie.

—Okey. Mátala, llévatela lejos, muy lejos, para que nunca vuelva, lo que sea, no me importa mientras ya no esté en este apartamento. Solo deshazte de eso. Y esperaré aquí.