Hola! Interrumpo su lectura para recomendarles que mientras lean escuchen la playlist que dejo acá 👇https://youtu.be/xnWKiCMfPjg
Sigan disfrutando❤️-¿No quieres quedarte descansando?- insistió Chiara frente a mi trabajo. Me había traído con su auto ya que luego se iría a la universidad.
-No puedo, John me va a descontar el día si lo hago- mascullé.
-Es un maldito idiota-
-Sin duda, pero es el que me paga así que debo soportarlo- me encogí de hombros -Más tarde te llamo, te quiero mucho- agregué y con un abrazo nos despedimos.
Bajé del auto y caminé despacio. Los músculos del cuerpo todavía me dolían, era como si estuvieran recuperándose de la descarga de adrenalina de anoche.
Por fortuna había dormido varias horas, pero no las suficientes.Abrí la puerta y me encontré con mi amigo, quien acomodaba las sillas alrededor de las mesas. Al oírme entrar, se detuvo y se acercó.
-¿Cómo te sientes? Pensé que tal vez no vendrías...-
-Sólo porque necesito el dinero- fruncí mis labios -Estoy mejor, sólo cansada-
-Si quieres puedes quedarte en la caja hoy, así estás sentada-
Mi Dios, Sebastian era un ángel.
-¿No te molesta?- pregunté avergonzada.
-Para nada, ya sabes que me da igual- sonrió -Ven, voy a mostrarte la contraseña de seguridad- continuó y lo seguí a través del salón.
Una hora más tarde la gente había comenzado a llenar el espacio.
Había un grupo de amigos desayunando, una mujer leyendo el diario y, como siempre, Carrie.Sebastian iba y venía con la bandeja de modo bastante natural. Se le daba bien lo de ser camarero, pero el problema era que a mí se me daba fatal la caja. Es que era pésima para los números.
De pronto, la puerta se cerró y por inercia observé al cliente recién llegado.
Mi pulso se aceleró y mi pobre cuerpo se tensó.
Mi amigo, que también lo había visto, se giró hacia mí. Caminó hasta donde yo estaba mientras Salvador se sentaba en una mesa como si nada.
-¿Quieres que lo eche?- preguntó con su mandíbula tensa.
¿Qué carajo hacía aquí? ¿Qué quería? ¿Era tan difícil entender que no quería volver a verlo?
-No entiendo qué busca aquí...-
-Le voy a pedir que se vaya- concluyó pero lo detuve.
-No lo hagas, si se entera John tendremos un problema.-
Y era cierto, pero también quería enfrentar a Salvador.
No lo entendía y tampoco pretendía hacerlo. El problema era que desde anoche tenía toda esa ira acumulada y necesitaba descargarla sobre el único culpable: él.
-Voy a enfrentarlo- decreté.
-Si necesitas algo, sólo dime- respondió entendiendo que ésto era algo que necesitaba hacer.
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ADICTIVO
RomanceRebecca tenía muy en claro cuales eran sus objetivos en la vida: trabajar, estudiar y triunfar en el mundo de la moda. Sin embargo, no estaba en sus planes conocer a Salvador. Y a pesar de que tenía un aura de peligro que lo rodeaba, había algo en...