Cuando se acercó a mí, sentí mi cuerpo ponerse tenso. No sé si tenía miedo, pero sí mucha inquietud.
¿Cómo me había permitido bajar así la guardia cerca suyo? Había sido una estupidez.
-¿Estás bien?- preguntó mientras se acercaba a mí. Di un paso hacia atrás y tomé aire para responderle.
-Si- mentí
-Estás muy pálida- susurró acercándose un poco más.
-Es que Chiara se siente mal- mentí -Está enferma y me preocupé. Voy a ir a verla-
Necesitaba cualquier excusa para alejarme de su lado.
-De acuerdo... Si necesitan algo, llámame- dijo y asentí. El contraste entre el hombre de negocios y el Salvador que tenía frente a mí, era demasiado grande. Era como si tuviera un don para hacerme sentir cada vez más confundida.
Subí las escaleras sin decir ni una sola palabra más, me cambié y salí de la casa mientras llamaba a mi amiga para avisarle que iba a su encuentro.
-Armas y paquetes- repitió Chiara frunciendo sus labios, pensativa.
Tamboreé mis dedos sobre la mesa con nerviosismo.
-¿Venta de drogas?- sugirió.
Hacía un largo rato estábamos haciendo un listado de posibles negocios a los que Nick y Salvador se podrían dedicar.
-Es lo más seguro- respondí.
-Mierda...-dijo y recostó su cabeza sobre el almohadón del sillón.
Todavía no le había contado lo de Nick, y no estaba segura de si debía hacerlo.
Sin embargo, cuando vi que acariciaba su vientre, algo se removió en mí.-Chiara, tengo que decirte algo, pero no sé si debo hacerlo-
Enderezó su postura y dijo:
-Lo besaste-
-¿Qué?- pregunté riendo, sintiendo que un calor me recorría el cuerpo -Claro que no-
Ella bufó y volvió a recostar su cuerpo.
-¿Y entonces qué?-
-Lo vi a Nick-
Su cuerpo se tensó, y me pareció como si contuviera la respiración.
Volvió a colocarse en su eje, pero esta vez más lento.
-Cuéntame- respondió sin dudarlo.
-Bueno, en esa cena de negocios que te conté que fui con Salvador... Él estaba. No lo sabía, pero también era amigo de ese tal Óscar -
Asintió.
-¿Te saludó?- preguntó pero sé que en realidad quería saber otra cosa.
-Si. Preguntó por ti- deslicé con suavidad.
Su rostro se contrajo, en una mezcla de emociones. Eran alegría pero molestia, curiosidad pero orgullo. Como supe que no diría más nada, continué.
-Me preguntó cómo estabas, y dijo que hacía mucho tiempo no te veía en la facultad. Le inventé que habías conseguido un buen trabajo-
-¿Por qué finge estar interesado en mi todavía?- murmuró con voz débil.
-No sé si debo decir esto, pero no parecía estar fingiendo. Se notaba la preocupación en su mirada, y la tranquilidad cuando le dije que estabas bien-
Chiara bajó su mirada hacia el suelo y apretó sus ojos. Cuando volvió a abrirlos, estaban llenos de lágrimas.
-Oh mierda- dije acercándome a abrazarla -No debí decírtelo-
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ADICTIVO
RomanceRebecca tenía muy en claro cuales eran sus objetivos en la vida: trabajar, estudiar y triunfar en el mundo de la moda. Sin embargo, no estaba en sus planes conocer a Salvador. Y a pesar de que tenía un aura de peligro que lo rodeaba, había algo en...