Effetto pigmalione | Eren Jaeger

Capítulo 5 | Resultados del plan

T/N:

Creo que la discreción no es lo mío pero teniendo a alguien como Erwin junto a mi no es para ocultarlo. Respecto a su petición para ¿Formalizar? Sigo sin darle una respuesta pero lo he pensado y tal vez acceda, aún me cuesta entender la idea de que no todos los hombres que se me acercan son violentos y manipuladores como Porco.

Dejando de lado eso, tenía que alistarme, hoy saldría con Eren y sus amigos a una pequeña fiesta en la casa de uno de sus amigos, por supuesto, Jean no estaba de acuerdo pero me daba igual.

–Ten– dijo mi hermano entrando sin avisar a mi habitación.

–¡Jean! Toca la puerta– regañé

Él hizo caso omiso a mi comentario, caminó hacía mi y del bolsillo de su pantalón sacó un teaser eléctrico.

–¿Y esto para qué?– pregunté arqueando la ceja.

–Cómo que pará qué– contestó mal– No tiene el suficiente voltaje para inmovilizar pero te dará tiempo para huir, si es así llámame, no importa la hora, iré por ti

–Gracias– sonreí tierna, a pesar de ser un testarudo y desconfiado era en extremo bueno conmigo. 

–Él vendrá por ti, ¿Cierto?

–Sí, de hecho no tarda en llegar, ¿Saldrás a saludar?– bromeé.

–Sí– dijo serio

–¿Qué?

Mi expresión cambió por completo, no sabía lo que había pasado entre ellos, cada que se lo preguntaba a alguno de los dos evadían la pregunta pero si su "discusión" era tan grave no era buena idea juntarlos.

–No diré nada, tranquila– comentó divertido saliendo de mi habitación– ¡¿O si?!– gritó burlón

Quince minutos pasaron para que llegara Eren por mi, miré por unos segundos el teaser eléctrico y sin dudar lo metí a mi bolso. Me dirigí hasta la puerta donde Jean ya me estaba esperando.

–No le digas nada– supliqué mirando a mi hermano antes de abrir la puerta.

Él solo bufó.

–¡Hola!– saludé sonriendo al castaño que tenía frente a mi.

–¿Estás lista?– me preguntó sonriendo.

–Hola– dijo apareciendo Jean detrás mío.

–Jean...– habló Eren en voz baja, parecía nervioso por la presencia de mi hermano.

–Solo quiero que veas que mi hermana tiene a alguien que vea por ella– comentó.

–Sí, ya veo

–¿Nos vamos? – hablé para romper el momento incómodo que se había formado.

–Mmju– respondió Eren aún nervioso.

Jalé de su brazo y lo jalé hasta alejarlo de mi hogar, una vez lejos le pedí disculpas por el comportamiento de mi hermano, a lo que él contestó que no me preocupara, que era lindo tener a alguien que me cuidara. Dos minutos más tarde Armin llegó por nosotros en auto, iba acompañado de una chica castaña muy simpática.

Al llegar a la fiesta el ambiente estaba en todo su esplendor. Olor a hierba, gritos y música a todo volumen era parte de la fantástica noche.

–¡¿Con qué quieres empezar?!– me preguntó gritando el ojiverde.