Epílogo

672 91 10
                                    

Dos meses han pasado desde que abandoné mi ciudad, todo parece aburrido, sin chiste.
Trabajar para Zeke es un fastidio pero necesito hacerlo para asegurar mi bienestar financiero.

Hace dos semanas navegue por facebook e Instagram, buscando en qué gastar mi tiempo, encontré a una chica que llamó mi atención al instante, tenía un ligero parecido a la hermana de Jean, además de que compartían nombre, ella estaba vendiendo las obras de su hermano fallecido, pero al preguntar por dicho trabajo me dijo que todo había sido vendido, aún así fue amable al recomendarme una exposición de arte donde ella estaría.

–¿A dónde vas?– preguntó Zeke detrás de mi.

–Nada importante – contesté aparentando desinterés.

Tomé un taxi hasta llegar al lugar del evento, la gente esperaba formada afuera de la galería. Mi curiosidad por conocerla era tanta que logré colarme entre los artistas que se presentarían para poder hablar con ella sin que tanta gente nos rodeara, entonces la vi, vestía un bonito vestido.

–Piensa, piensa– murmuré mirando a mi alrededor para buscar una oportunidad de hablarle.

Lo único que se me ocurrió fue tomar un pequeño bote de pintura y unos pinceles que estaban en una esquina, con eso en mano caminé hacia a ella para provocar un accidente.

–Disculpa– dije apenado –Manché tu ropa, cuanto lo siento.

Esa fue nuestro primer encuentro, esta vez no habrá ninguna falla, aprendí que no debo dejar ningún testigo.

Effetto pigmalione | Eren Jaeger Donde viven las historias. Descúbrelo ahora