Capítulo 3

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Narra Claire:

Los nervios invaden mi cuerpo. Siempre fui una persona que prefiere pasar desapercibida, no me gusta ser el centro de atención y mucho menos cuando no conozco a nadie más que a ocho personas de aquel enorme comedor. Debería dejar mi timidez de lado en estos momentos y entrar ya, ya no habrá vuelta atrás una vez atraviese esas puertas.

Comencé a andar tímidamente, puedo notar como miles de miradas estaban sobre mí, fijamente. ¿A quién se le habría ocurrido hacer un comedor con un pasillo tan largo? Cuando llegué me senté en el taburete donde la profesora McGonagall pondría el sombrero seleccionador sobre mi cabeza para saber en qué casa estaré. Solo pido una cosa, estar con al menos uno de mis amigos. Sinceramente preferiría estar en Gryffindor con Ron y los demás, pero no me importaría para nada estar en Ravenclaw con Luna, se le ve muy buena chica.

- Veamos... eres tímida pero también tienes el coraje y la valentía cuando son necesarios. Te gusta mucho leer y veo en ti sabiduría y aprendizaje, pero creo que te pondré en...¡¡¡¡GRYFFINDOR!!!!

Todos empezaron a aplaudir y a mi no había nada ni nadie que pudiera quitarme la sonrisa en este momento. O eso era lo que creía hasta que vi de reojo a la mesa de los de Slytherin y vi a los chicos que había visto la otra vez en Madame Malkin. Mi sonrisa se borró de repente, me sentía intimidada. Me estaban observando atentamente y eso me puso tan nerviosa que me había olvidado por completo que tenía a mis amigos al lado felicitándome. Desvié la mirada y volví a festejar con mis nuevos amigos.

- Esto tiene un significado -dijo George sonriendo y mirando a su gemelo.

- Creo que estamos pensando exactamente lo mismo. -Añadió Fred también sonriendo. Después se miraron entre ellos y dijeron al unísono:

- ¡Esto se merece una fiesta para celebrarlo!

Todos reímos y empezaron a organizar todo para la fiesta, que se dará esta noche en nuestra sala común. Yo daba alguna idea suelta pero no se me dan muy bien las fiestas, así que dejé que los gemelos se encargasen de todo, después de todo no he conocido a nadie tan original y divertido como ellos. 

Nos dirigimos a las habitaciones para poder dejar todas nuestras cosas y prepararnos para lo que nos esperaba abajo. Como era una pequeña fiesta me puse algo sencillo pero elegante, exactamente unos vaqueros y un top ajustado que resaltaba mi figura. Hermione y Ginny se pusieron preciosas y en eso alguien llamó a la puerta. 

- ¡Luna! Que guapa estás, pasa. 

- Lo siento por tardar, nunca fui a una fiesta y no sabía muy bien qué ponerme. -lo dijo con su propia naturalidad que me encanta.

Mientras las demás se maquillaban yo empecé a mirar por la ventana, tenía unas vistas impresionantes, cualquiera diría que estoy en un sueño. Yo no solía maquillarme nunca, solo natural algunas veces para ocasiones especiales. Como esta. Cuando terminaron de prepararse bajamos y el concepto de fiesta "pequeña" que yo tenía en mente no era precisamente lo que era en realidad. La sala común estaba repleta de gente de Gryffindor y Ravenclaw. Mucha gente estaba bebiendo y jugando a diversos juegos de fiestas y eso no es mi estilo. 

No estoy acostumbrada a ir a fiestas y mucho menos con tanta gente, así que salí a tomar un poco el aire y despejar un poco la cabeza.

Salí al patio del castillo y me senté en el suelo apoyada en un árbol. Entonces miles de recuerdos empezaron a rondar por mi cabeza. Recuerdos de mi infancia, de mi padre, de todo lo que viví y de cuanto lo extraño. Empecé a notar como mis ojos se empezaban a cristalizar por recordar la muerte de mi padre. En ese momento escuché a alguien y me sequé rápidamente las lágrimas para que no me vieran. Miré a mi alrededor y no vi a nadie, así que me levanté y volví a la fiesta.

- ¡Hey, Claire! ¿Dónde estabas? Te hemos estado buscando. -Dijo Ron preocupado. -¿Has estado llorando?

Genial, parece que no se me ha borrado el color rojo de mis ojos.

-Sí, pero no es nada, ya estoy bien. No se lo digas a nadie, por favor. -Le supliqué dándole un abrazo y subiendo las escaleras para ir a mi cuarto.

-Tranquila, no diré nada. Pero quiero que sepas que para lo que sea me tienes aquí y siempre me tendrás.

Le di una última sonrisa antes de desaparecer por las escaleras que dan a las habitaciones de las chicas. Cuando llegué me cambié y me vestí mi pijama para meterme en cama e intentar dormir, han sido muchas emociones por hoy. 


Narrador:

Mientras tanto en la sala común de Slytherin...


Los chicos estaban sentados en los sofás verdes esmeralda que hay en el lugar, hablando de la chica nueva misteriosa que tanto llamó la atención en ellos.

- La chica nueva, se ve tímida, hasta el sombrero seleccionador lo dijo.

- Sí, pero tiene pinta de ser una empollona y chica difícil que solo quiere llamar la atención. -Dijo con desprecio Draco.

En ese momento llegan Blaise y Pansy y se unen a la conversación.

- ¿Estáis hablando de la nueva, eh? Es bastante guapa, pero seguro que es muy callada. Yo ya os dije que llama la atención de solo verla. Lo malo es que no sabe con quien se ha metido en el tren.

-Blaise, olvídalo ya. Solo es la típica chica que habla mal a los chicos para llamar su atención.

-Pues conmigo funcionó, Pansy.

-No sabes lo que dices, seguro que es una pringada.

-¿Podéis dejar de pelear por tonterías? -Mattheo interrumpió la discusión.

-Vaya, parece que la chica nueva no solo llamó la atención de Blaise... -dijo Draco mirando a Mattheo, burlándose.

-¿Estás loco? No es para nada mi tipo, y por muchas mujeres con las que me he acostado y besado, nunca lo haría con ella. -dijo Mattheo sacudiendo la cabeza de lado a lado y entrecerrando los ojos.

- ¡Chicos! Se me acaba de ocurrir una idea genial. Os encantará y más si vamos a dejarle las cosas claras a la nueva sobre con quién no tiene que meterse.

-Ve al grano, Pansy. -Dijo Draco con su tono de engreído.

- Mattheo tiene que enamorarla, decirle cosas bonitas y tratarla bien para que ella caiga rendida a sus pies.

- ¿Qué? ¡No! No es mi tipo, Pansy. Ya lo dije.

-Déjame terminar, Mattheito -iba a continuar pero éste la interrumpió.

- No me llames así.

-Bueno, al caso. La enamoras y luego cuando lo hayas conseguido la dejas delante de toda la escuela diciéndole que no era nada más que un juego para ti.

-Es una buena idea, así le demostramos quien manda aquí. -Dijo Blaise.

- ¿Y qué se supone que gano yo? -preguntó rendido.

-Fácil, sexo. Mientras tanto nosotros nos divertimos viendo todo el proceso. -rió ella.

- Vamos, Mattheo. No te lo pienses tanto. La chica físicamente no está nada mal, aunque no lo quieras admitir. Cuando lo hagas ya solo tienes que dejarle delante de todo el mundo y ver su reacción. Será divertido.

- Está bien...





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Este capítulo es más largo que los anteriores, espero que os guste. Me gustaría que en los comentarios pusieseis vuestras opiniones. Un besito!!!

La apuesta // Mattheo RiddleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora