Capítulo 14

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Narra Claire:

Todavía seguía en estado de shock al ver aquella escena con mis propios ojos. No conocía esa faceta de Mattheo y tengo que reconocer que un poco asustada sí que estaba, sobre todo por el estado en el que acabaría Cedric.

Vi a Mattheo irse de la fiesta mientras chocaba sus hombros con todo el mundo que apreciaba la escena, tenía los ojos llenos de furia. Y lo puedo llegar a entender. Cedric se ha pasado con sus palabras, espero que sea por los efectos del alcohol.

Aún así, no tengo pensado volver a acercarme a él. Después de todo me siento dolida por lo que me ha dicho delante de todo el mundo. A veces siento que no soy como a la gente le gustaría que fuera y me castigo a mi misma y a mi cabeza con estos pensamientos.

Con la muerte de mi padre no he podido dejar de llegar a pensar que puede que Camille tenga algún ápice de razón cuando dice que la gente no quiere estar a mi lado porque no les gusta como soy. Pero con mis actuales amigos no me siento para nada de esa manera. Se han convertido como en mi segundo hogar y eso me hace sentir muy bien.

La fiesta continúa como si nada hubiera sucedido cuando unos compañeros de Cedric se lo llevan a enfermería. Pero yo no soy capaz de hacer como si nada hubiera pasado, y en cierto modo me siento algo culpable por la pelea reciente. Me aseguro de que Ced está bien y vuelvo a la fiesta para avisar a mis compañeras de dormitorio que yo me voy ya y que estoy cansada.

Ellas respetan mi decisión y no insisten en que me quede, cosa que agradezco muchísimo. Así que regreso a mi habitación y cuando ya me puse mi pijama me meto en mi cama y me abrazo a la cálida y suave almohada para dormirme, sin antes pensar en que no sé cómo está Mattheo, si él también se ha herido o algo. Mañana hablaré con él, ya que ahora debe de estar en su habitación y yo ahí ni siquiera tengo acceso ya que no me sé ni la contraseña de Slytherin.

A la mañana siguiente, nos dirigimos al Gran Comedor como siempre para desayunar.

- Ron, puedo oír tus tripas desde aquí- comentó Harry y todos reímos a carcajadas.

- A veces no sé cómo puedes comer tanto, Ronald- bromeó Hermione.

- Comer me hace feliz. -se defendió.

Soy muy feliz con ellos, cuando están a mi lado me olvido de todos mis problemas y de lo que me hace mal. 

Una vez allí, busqué con la mirada a Mattheo y no me sorprendí al verlo con Karolina sentada sobre sus piernas en la mesa de Slytherin. La verdad es que me sentía algo distante con ella. Pasaba la mayor parte del tiempo con Mattheo y yo mientras tanto estaba a lo mío. No me gusta sentirla lejos de mí.

Me acerqué a ella para decirle de pasar la tarde juntas y como excusa también hablaré con Mattheo de lo de anoche.

Decidida, comencé a caminar hacia su dirección y cuando me tenían delante todo el grupito de Mattheo se giró a verme.

- Karolina, he estado pensando... ¿qué te parecería pasar la tarde juntas hoy? Hace mucho que no nos veíamos y desde que llegaste apenas hemos pasado unas horas juntas.

- Qué gran idea, amiga. -Me sonrió.

-Por cierto Mattheo... ¿Podemos hablar? A solas, por favor...

 ¿Podemos hablar? A solas, por favor

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La apuesta // Mattheo RiddleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora