Capítulo 4

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Narra Mattheo:

No me puedo creer que vaya a hacer esto. La estúpida idea de Pansy era una locura y no creo que vaya a salir bien siendo sinceros. ?Quién coño se va a creer que yo, el chico más popular de esta estúpida escuela y el chico que cada noche tiene a una chica distinta en sus brazos se enamoraría por una simple chica? Además, según mi padre y mi hermano enamorarse te hace ser débil, y yo también lol sé sin haberlo hecho nunca. No lo necesito. El amor es solo para ingenuos, aquellos que piensan que una sola persona va a ser la única que te hará feliz al 100%. Yo estoy con cada una cada día y disfruto más que cualquiera, follando todos los días siempre que quiera. Ninguna se resiste cuando les ofrezco sexo y eso me gusta porque siempre tengo lo que quiero y cuando quiero.

Ahora que lo pienso, tal vez no sea tan mala idea lo de la apuesta. Tendría sexo con otra chica más, otra para la lista. Además, tiene su morbo follarme a una chica que tiene cara de ser una estrecha, no tiene pinta de ser como las otras chicas con las que tengo sexo, ellas follan con cualquiera que se lo propone. Pero ella parece que no se acuesta con cualquiera, lo que será divertido, ya que no muchos chicos tienen sexo con una que no tiene tanta experiencia. 

Después de la charla con los chicos, subí a mi cuarto para descansar. Mañana empezará este juego estúpido pero divertido y emocionante a la vez.


Narra Claire:

Me desperté con los rayos del sol que atravesaban la ventana de mi cuarto. Me metí al baño y me di una ducha antes de bajar al gran comedor.

-¡Claire! Te espero abajo en el gran comedor con los chicos, ya que aún te queda vestirte y me muero de hambre y ron ya habrá empezado a desayunar. Ya sabes como es. - Rió ante lo que acababa de decir y le respondí que no pasaba nada que ya bajaba yo después.

Cuando salí de la ducha me envolví en mi toalla y volví al dormitorio. Coloqué el uniforme encima de mi cama y me empecé a vestir. 

Ya estaba lista y bajé al gran comedor. Al llegar vi a mis amigos en el centro de la mesa de nuestra casa. También estaba Luna. Me senté al lado de Fred y me enseñó junto con George sus nuevos inventos. Son tan divertidos, los adoro. Son como mis hermanos mayores aquí y me siento muy a gusto con ellos. Terminamos de desayunar y todavía faltaban 20 minutos para entrar en clases. Teníamos clase de herbología con Slytherin. Mientras tanto estuvimos hablando y riendo hasta que llegó el momento de dirigirnos a los invernaderos de la escuela. 

Cuando estábamos de camino, Hermione me sacó de mis pensamientos.

-Oye, Claire. ¿Dónde están tus libros de herbología?

-Oh mierda. Me olvidé los libros en la habitación. Iré a por ellos. Avisad a la profesora Sprout que tardaré 5 minutos.

-De acuerdo, ¡pero no tardes! -Escuché como Hermione me gritaba mientras me alejaba de camino al dormitorio.

Subí a la habitación y cogí lo más rápido que pude los libros que necesitaba para el resto de la mañana, ya que siempre llego tarde a los sitios por culpa de ser a veces muy lenta haciendo las cosas, sobre todo duchándome. 

Iba corriendo por los pasillos para llegar lo más rápido posible a la clase cuando de repente noto como me choco con alguien y caigo al suelo junto con mis libros.

-Lo siento mucho, qué despistada soy. Es que llegaba tarde a clase de herbología porque me había olvidado los libros en el dormitorio y no te vi y...- dije todo eso muy nerviosa mientras tenía la vista en mis libros mientras los recogía del suelo, cuando veo que unas manos me ayudan a recogerlos. Accidentalmente rozo una de las manos y levanto la vista. Ahí, en frente de mi pude ver a aquel chico de pelo rizado que vi aquel día en el callejón Diagon, y no puedo negar que me miraba con una mirada bastante penetrante.

Empecé a sentir calor en mi cara hasta que me di cuenta que mis mejillas me estaban delatando los nervios. Tenía sus ojos fijos en mí y me ruboricé y me ayudó a levantarme del suelo.

-Vaya, pues si que eres algo despistada -rió y yo desvié la mirada de sus ojos color marrón. -Así que ibas a los invernaderos, fíjate tú, yo también iba para allá. 

Me sonrió y volví a sentirme avergonzada, nunca ningún chico me había visto así, y menos uno que no conocía

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Me sonrió y volví a sentirme avergonzada, nunca ningún chico me había visto así, y menos uno que no conocía.

-Genial, vamos juntos. Solo si quieres, claro... -me di cuenta de lo atrevida que acababa de ser por decirle de ir juntos sin conocerle de nada y sonreí tímidamente bajando la mirada. -Lo siento... es que además no sé donde es...

-No tienes que disculparte por nada. Claro vamos. -me volvió a sonreír y yo le devolví el gesto y me acompañó. Durante el camino había un silencio algo incómodo, hasta que él decidió romper el hielo.

-Así que eres la nueva... gran entrada ayer en el gran comedor, todo el mundo te veía.

Me miró sonriendo y yo giré mi cabeza para verlo también, estaba sonriéndome. Debo admitir que tiene una sonrisa preciosa. Claire, ¿qué dices? Respóndele.

-Sí, bueno. No me gusta ser el centro de atención la verdad. Sentir todas las miradas sobre mí me ponen muy nerviosa. -reí tímidamente.

-Eso depende de cada uno. A mí sinceramente me gusta llamar la atención de la gente, y lo consigo.

Reí ante su comentario, sonó un poco egocéntrico pero simpático a la vez, así que no le di mucha importancia.

-Por cierto, soy Mattheo. ¿Tú como te llamas?

-Mucho gusto Mattheo, yo me llamo Claire. -Nos sonreímos mutuamente.

Habíamos llegado a las puertas del invernadero donde daríamos la clase de herbología y antes de entrar me dirigí a él otra vez.

-Oye, muchas gracias por haberme ayudado a recoger los libros del suelo y por ayudarme a levantarme. Y por supuesto por acompañarme a la clase. No conozco el castillo. -le sonreí tímidamente.

-No hay de qué. -Me volvió a sonreír como antes y entramos a clase. 

Al entrar, llamamos la atención de todo el mundo, ya que la clase ya había empezado. La gente empezó a murmurar y yo algo avergonzada me senté al lado de Hermione, quien me había dejado un asiento libre a su lado.

-Claire, ¿qué ha pasado? ¿Por qué has tardado tanto? Y lo que es más importante, ¿qué hacías con Mattheo?

-Es una historia un poco larga de contar, pero ahora atendamos, la clase ya empezó. -le sonreí a Her y dirigí mi mirada hacia Mattheo, él me estaba mirando. Me sonrojé y seguí atendiendo a la clase.

 Me sonrojé y seguí atendiendo a la clase

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Holaaa!! espero que os haya gustado este capítulo :)) besitos!

La apuesta // Mattheo RiddleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora