Capítulo 13

658 25 2
                                    

Narra Claire:

Ayer pasé todo el día con Karolina, hacía tanto que no nos veíamos que me tenía que poner al día en todo lo que había pasado en Francia desde mi ausencia.

Yo no le he contado mucho. Me he ahorrado la parte de Mattheo, no quería condicionarla ni que se aleje de él cuando entre él y yo no pasó ni siquiera un beso. Podía haber pasado, pero no.

La semana se me está haciendo algo larga y todavía estamos a martes. Qué mal.

Hoy los alumnos de las diferentes escuelas que quieran presentarse al torneo deberán poner su nombre en el cáliz de fuego. Nos enteramos del plan que tenían los gemelos Weasley y decidimos no perdernos el resultado, así que fuimos Hermione, Karolina, Ginny, Luna y yo a ver como acabaría.

Nos sentamos en uno de los bancos que había allí, todo el mundo estaba allí, observando todo.

De repente llegan los gemelos, brindan unos frasquitos de una poción y se la beben. Intentan pasar la línea creada por el profesor Dumbledore y la atraviesan sin problema. Todos aplaudimos, pero de un momento a otro les empieza a crecer una barba blanca y comienzan a tener un aspecto de ancianos.

Todos empezamos a reír a carcajadas, nadie podía parar de reír. 

Obviamente no cumplían el requisito de edad, así que no pudieron hacer nada.

Al final, Cedric se había apuntado también. A mi no me agradaba la idea para nada, podía ser muy peligroso. Estaba muy preocupada por lo que pueda llegar a pasarle a cualquiera de los participantes.

Acabó el día y ya en el Gran Comedor, todos estábamos nerviosos por quién podían ser los elegidos por el cáliz para formar parte del torneo.

Dumbledore empezó a sacar papeles del cáliz con los nombres de los elegidos. Entre ellos Viktor Krum y Fleur Delacour. Cuando oí el nombre de Cedric me alarmé, no quería que participase. Aunque más nos alarmamos todos los allí presentes cuando de la nada vimos un nombre más salir del cáliz. Nadie lo podía creer.

Dumbledore se acerca y susurra un nombre que no alcancé a escuchar, pero alza la voz, diciendo finalmente el nombre de mi amigo Harry Potter.

Hubo un gran revuelo, la gente pesaba que Harry había hecho trampa y que le había dicho a alguien mayor que metiese su nombre en el cáliz. Todos estábamos atónitos.

Cuando llegamos a la sala común, Harry todavía no estaba. Seguramente el director y los profesores le estaban regañando pero no creo que Harry haya hecho nada, no había mencionado ni siquiera que le gustaría participar. 

Todos estábamos muy nerviosos por su llegada. Nos sentamos en los sofás de la sala común, mientras que Hermione no paraba de dar vueltas por toda la sala y yo no podía dejar de morderme las uñas inquieta.

Escuchamos la entrada abrirse y todos alzamos la vista, viendo a nuestro amigo ahí. Nos levantamos de golpe de los asientos y nos acercamos apresuradamente a él.

- Harry, ¿Qué ha pasado?

- ¿Cómo has hecho para poner tu nombre en ahí?

- Sí, a nosotros no nos aceptó y somos mas mayores que tú.

- ¿Qué te ha dicho Dumbledore?

- ¿Estás bien?

- Chicos, paso por paso. -dijo Harry intentando calmarnos. -No sé quién, pero alguien ha metido mi nombre en el cáliz contra mi voluntad. Yo no quería participar, además de que jamás haría trampas. Segundo, Dumbledore y algunos profesores me han regañado, al principio no creían que yo no había puesto mi nombre ahí pero solo Dumbledore me creyó. Y tercero, no sé si estoy bien pero creo que no. Estoy anonadado todavía, yo no quiero participar en ese estúpido torneo.

La apuesta // Mattheo RiddleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora