Capítulo 16

603 31 4
                                    


Narra Mattheo:

Me comía la rabia por dentro de solo imaginármela bailando entre los brazos del inútil de Diggory. Quería ser yo quien se lo pidiese pero Karolina y Draco me insistieron tanto que accedí para no seguir escuchándolos.

Ha sido muy divertido nuestro encuentro en los baños de prefectos. Se veía nerviosa y me volvía loco verla así. ¿Me he olvidado de la apuesta? Claro que sí. Que le den a todos y a esa estúpida idea. Quería estar con ella. Estar de verdad, no por una apuesta.

Solo había un pequeño problema. Mi padre. Si se enteraba de que estaba enamorado de alguien como Claire podría matarla con un solo pestañeo. Y eso no podría perdonármelo jamás. Lucharía por ella y por lo que sea que nos une, que por mucho que me joda es tan solo una amistad porque ella no siente nada por mí. O eso creo.

Sé que la pongo nerviosa cuando acorto la distancia entre nosotros o cuando intenté besarla. Sentí sus ganas también y eso me hace pensar en positivo.

La dejé sola en el baño de prefectos y me fui a mi habitación a cambiarme para ponerme el traje para el baile. Me arreglé y solo podía pensar en lo hermosa que irá Claire. No sabía nada, ni cómo iría vestida ni su peinado, solo sabía que sea como sea iba a ser la más linda del baile. Porque eso era lo que era, linda. Lo pensé desde el primer momento que la vi y siempre será su apodo.

Bajé hacia donde estaban todos mis amigos esperando, incluida Karolina

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Bajé hacia donde estaban todos mis amigos esperando, incluida Karolina. Me tomó del brazo y entramos al Gran Comedor, esperando a que los participantes del torneo diesen apertura al baile.


Narra Claire:

Salí del baño de prefectos sin que nadie me viera, con la ropa con la que había bajado puesta. Aceleré mis pasos, solo quedaba una hora para el baile. 

Subí a mi dormitorio y mis amigas ya se estaban maquillando. A mí me faltaba secarme el pelo, peinarlo, vestirme y ponerme un poco de maquillaje. Yo nunca me maquillaba y quería ponerme un maquillaje muy natural y sencillo.

- Chicas, yo tengo que bajar ya para esperaros abajo cuando iniciéis el baile. Por cierto, estáis preciosas. -dijo Ginny dándonos un abrazo a las dos a la vez.

Hermione me esperó sentada en los pies de su cama mientras terminaba yo de prepararme. Una vez lista, nos dimos la mano y bajamos juntas hasta el Gran Comedor.

Solo nos faltaba girar hacia la derecha y bajar los últimos escalones. Ya abajo, nos encontramos con Viktor Krum, Cedric, Harry y Fleur. 

- Estás genial, Claire. -dijo Cedric besándome la mano y ofreciéndome su brazo para entrar. Viktor hizo lo mismo con Hermione.

La profesora Mcgonagall nos dio la señal y entramos al Gran Comedor para abrir el baile. Podía sentir las miradas de todo el mundo sobre mí. Pero a mí solo me importaba una. Una que sentía con más fuerza que el resto. Una que había venido con acompañante.

Comenzó a sonar una música y bailamos. Después todo el mundo se unió.

- Claire, ¿te apetece algo de beber o comer? -dijo Cedric cerca de mi oído, ya que con tanta gente y música no nos podíamos escuchar bien sin elevar un poco la voz.

- Sí, muchas gracias Ced. -le sonreí y me devolvió el gesto antes de irse.

Intenté divisar a Mattheo pero no lo vi. En cambio vi a Harry y Ron sentados con sus parejas con cara de aburrimiento y de brazos cruzados. Me acerqué a ellos.

- ¿Qué os pasa chicos? ¿Por qué no bailáis?

- Al menos para ti es divertido esta basura de baile... -dijo Ron.

- ¿Vas a sacarme a bailar en algún momento?- preguntó una de las hermanas.

- No.- Respondió seco Ron.

Las dos hermanas se levantaron y se fueron a buscar a otra pareja.

- Vamos chicos, alegrad esas caras.

No me hicieron caso, simplemente estaban en sus pensamientos y no había quién los sacase de ahí. Hermione se acercó a nosotros mientras Krum se alejaba para ir a por bebidas para ellos dos. Estuvimos un rato charlando, y entonces recordé que todavía no había visto a Mattheo ni a Karol. Seguro que están guapísimos. 

Los busqué con la mirada y por fin los vi. Me fui acercando a ellos y cuando estaba a unos dos metros o así, Karol se acercó mucho a él y empezó a sonar una canción lenta. Bailaron abrazados y lo único que podía hacer yo en esa situación era dar media vuelta e irme de ahí. Me encantaría estar en su lugar...


Narra Mattheo:

Claire estaba hermosa, increíble, guapísima, preciosa... Y Diggory es un afortunado por poder ser su acompañante. Yo no siento nada por Karolina y sin embargo la cagué desde el primer momento en el que acepté pasar tiempo con ella. No me caía mal, era una chica muy agradable aunque intensa a veces pero me caía bien. Solo eso.

Pero si no hubiera empezado todo este jueguecito con Karolina podría haber pasado más tiempo con la chica que me gusta de verdad.

Escuché una risa por parte de Pansy, quien estaba al lado nuestra y entonces la vi, a tan solo unos metros. Pero se estaba alejando. Quería pasar tiempo con ella y bailar con ella.

- Perdón, Karol. Vuelvo en un rato. -le dije para seguir a Claire entre toda la multitud.

La seguí mientras la llamaba, pero me ignoraba. Hasta que llegamos a las escaleras de la salida del Gran Comedor y la tomé del brazo con delicadeza.

Se giró, quedando de frente hacia mí. Le di un delicado repaso con la mirada por toda ella. Estaba preciosa y se lo quería hacer saber.

- Hey, linda. ¿Por qué me evitas?

- No te evito, solo tengo prisa...- dijo desviando su mirada de la mía.

- Oye, estaría bien que hablásemos, últimamente no hemos hablado prácticamente nada y echo de menos tus regaños y verte sonrojada. -le dije sonriendo mientras no podía dejar de verla.

- Mattheo- dijo en un suspiro.- No tenemos nada de qué hablar. Estás con Karolina y debe de estar buscándote para bailar el siguiente baile. Debes centrarte en la persona que te gusta y no en mi... -dijo con una mirada perdida y desanimada.

No podía verla así. Me armé de valor y sin pensarlo más le respondí.

- Ya lo hago, por eso estoy aquí, hablando contigo. -sonreí y ella elevó la mirada lentamente, asombrada y pude ver de nuevo brillo en sus ojos. Sus preciosos ojos.

No pude aguantarme más e hice lo que llevo queriendo desde hace mucho tiempo. La tomé de la mejilla y la pegué a la pared, y entonces calmé mi sed de sus labios.

 La tomé de la mejilla y la pegué a la pared, y entonces calmé mi sed de sus labios

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La apuesta // Mattheo RiddleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora