Capitulo 4

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Los personajes de Naruto, no me pertenecen, yo solo los uso para escribir esta historia sin fines de lucro.

El azabache veía con detenimiento, como la linda chica frena él se comía los postres, dejando de lado el plato que pidió. Sonrió para sí mismo, cuando imaginó la reacción que tendría Sasuke al verla comer tanto azúcar. Seguramente no lograría disimular su desagrado.

—¿Pasa algo malo?—el varón se perdió tanto en sus pensamientos, que no se percató de la mirada inquisitiva proveniente de la ojiperla. La joven al sentir el caramelo manchando su barbilla, se limpió recordando que no se encontraba a solas y cuando encaró al chico, lo encontró mirándola con una expresión divertida, incluso con burla. Se sintió ofendida y no esperó a preguntarle.

—¡No... por supuesto que no!—se apresuró a responder—Es sólo que me sorprende ver cómo disfrutas los postres, ni siquiera le pusiste atención al pollo—Hinata no había reparado en eso, sin embargo, siempre le sucedía lo mismo y nadie parecía notarlo, o al menos, eso creía.

—¡Ah eso! Bueno, creo que eres el primero en notarlo, aunque ahora que lo pienso, quizás a eso se debía que mi primo y mi hermana, evitaban mostrarme el postre antes de comer—se quedó pensando por unos momentos y sonrió al llegar a esa conclusión.

—Mi primo odia la comida dulce y me fascinaría ver su expresión al ver todo ese chocolate—la chica frunció el ceño y repentinamente perdió el apetito. Se sintió como si fuera una atracción de la cual mofarse. Shisui notó su cambio y quiso morderse la lengua por hablar de mas—No me mal entiendas, no lo digo con la intención de ofenderte, es sólo que Sasuke es un amargado, quien a pesar de ser el mas joven entre nosotros, parece ser el que mayor edad tiene... Si así se comporta estando joven, no dejó de sentir pena por quienes lo rodeen cuando envejezca—finalmente Hinata se relajó, sin embargo, prefirió ya no comer.

—Vaya, no creí que fuera así, aunque si se ve muy serio y reservado, al menos desde lejos, dado que no lo he tratado—la ojiperla automáticamente imaginó a Karin junto a él y le causó curiosidad pues los caracteres de ambos eran muy diferentes.

Luego de esperar por un rato, les entregaron la cuenta. Shisui pago y salieron a pasear por los alrededores, tal como lo habían planeado.

—¿No extrañas tu antiguo hogar? Me refiero al lugar donde vivías antes de llegar aquí—el chico quería saber mas sobre ella, aún le faltaba mucho para acceder al corazón de la joven y lo primero que debía hacer era saber absolutamente todo sobre su vida.

—Algunas veces siento nostalgia al recordar mi infancia junto a mi familia, sin embargo, luego de la partida de todos, me quedé completamente sola y... ahora por lo menos tengo amigas en las que puedo confiar ciegamente, así que no, no extraño mi antiguo hogar—respondió con la mirada perdida en los hermosos árboles de cerezo.

—¿Eso quiere decir que no dejaste a nadie por allá esperando por ti?—Hinata recordó el comportamiento de quienes se decían sus amigos, sumado a los duros días que prosiguieron luego de la muerte de su padre y no pudo evitar repentina tristeza. Le costaba mucho reprimir las emociones sobre los tristes hechos y por si fuera poco, las amenazas de Danzo taladraban su cerebro sin piedad alguna. La carga que llevaba sobre sus hombros era demasiado pesada cómo para lograr soportarla por sí sola, no obstante ¿que opción tenía?

—¡Oye!—Shisui se apresuró a limpiarle la humedad de las mejillas ¿en que momento comenzó a llorar? Se preguntó la chica, sin salir del asombro—Discúlpame, no debi preguntar eso... ¿Hay algo que pueda hacer para disculparme por hacerte llorar?

Huir lo mas lejos de mí, tanto, como te sea posible. Gritó mentalmente la chica, dado que a su forma de ver las cosas, él no se merecía lo que ella planeaba hacer en su contra—No te preocupes, de todos modos no es tu culpa—le sonrió con sinceridad, no obstante, el azabache no dejó de sentirse culpable por traerle recuerdos dolorosos, sólo por su ambición de querer ganar.

¿Amar o ganar?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora