Capitulo 13

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Los personajes de Naruto, no me pertenecen, yo solo los uso para escribir esta historia sin fines de lucro.


—¡Hashirama!—el castaño levantó el rostro encontrándose con Madara. Él estaba a punto de subir a su auto luego de la desastrosa fiesta y lo que menos pensó fue ver a su amigo parado frente a él—Necesitó hablar contigo—Mito ya estaba arriba del vehículo y el Senju asintió.

—Claro, mañana podemos vernos donde decidas—respondió sintiendo curiosidad por la inesperada petición.

—No puedo esperar hasta mañana—la curiosidad del castaño se disparo, ya que su amigo no solía ser tan impaciente, eso sólo indicaba que realmente era un tema muy delicado.

—Esta bien, pero antes debo llevarme a mi esposa—no creía que quisiera hablar frente a Mito y no se equivoco.

—Bien, te seguiré—tal como lo dijo, Madara siguió a Hashirama y apenas le dio tiempo de llegar a su hogar. Mito no dijo nada y sólo se despidió de su esposo.

—¿Quieres ir a tomar algo?—cuestionó el Senju y Madara negó con la cabeza.

—No, esta bien aquí—el Uchiha le indicó que subiera a su auto y Hashirama lo hizo.

—Soy todo oídos—Madara declinó por enésima vez la llamada de Izuna y suspiró frustrado.

—Tu conoces a Hinata desde antes de llegar a Konoha ¿verdad?

—Así es, la conocí en el hospital del lugar donde vivía—respondió ya teniendo una idea del rumbo que tomaría esa conversación.

—¿Y que tanto sabes sobre su vida personal?

—Prácticamente, se lo mismo que tú, pero conozco a alguien que si puede tener información completa sobre su vida.

—Dime todo lo que sepas, incluso si no parece importante—su frustración inicial, ahora parecía disiparse ante la afirmación del castaño.

—Su nombre es Hiruzen Sarutobi, es mi colega y el director del hospital donde la conocí a ella.. De hecho, tras reconocer lo buena que era haciendo su trabajo, fue él quien me sugirió la idea de invitarla a trabajar en el hospital Senju... aparentemente, a ella no le había ido muy bien ahí desde la muerte de su padre.

—Sarutobi—murmuró Madara.

—Escucha, se que lo sucedido fue muy lamentable, pero desde que conozco a esa joven he podido comprobar que es una buena persona—el Senju se sintió aprensivo por lo que pasó en la fiesta—Desconozco los motivos que la llevaron a hacer lo que hizo, e intuyó que debió tratarse de algo con mucho peso, muy diferente a ustedes, quienes la eligieron como un blanco para conseguir un cambio en tu rebelde sobrino—el Uchiha chasqueó la lengua ante los reproches del castaño—Todavía me cuesta creer que pudieras sugerir semejante bajeza.

—Basta Hashirama, no estoy aquí para que me regañes, ademas, no fue mi idea—se defendió como pudo.

—Quizás no lo fue, pero bien que la aprobaste—el ambiente se puso tensó y fue el azabache quien optó por cambiarlo.

—Se que estuvo mal usarla como carnada para enderezar a Shisui, no obstante, de no ser por ese maldito, todo hubiera salido mejor de lo que creí, dado que tanto ella, como mi sobrino, terminaron muy enamorados—confesó con pesar—y es por eso mismo que necesito saber exactamente que obligó a esa joven a seguir las órdenes de ese tipo... Estoy seguro que no debe tratarse de nada bueno y su actitud me lo dejó muy claro.

—También lo creó, dado que durante el tiempo que lleva laborando en el hospital, nunca miré a Shimura acercarse a ella—repuso Hashirama y eso sólo aumentaba la necesidad que tenía Madara de indagar en ese extraño vínculo.

¿Amar o ganar?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora