¿Ella? Ella es una de esas, una de tantas que no vereis en revistas o en vuestra patética televisión, una de esas en las que la gran mayoría no se fijaría. Ella es una de esas, pero si te paras a sentirla, es algo más. Ella es el arte, no es como dirían los poetas modernos una "obra de arte" por su belleza, no, ella es el arte en si, porque no es artificial, es el arte por su libertad, porque cuando la veo siento esa presión en el pecho, la misma que siento cuando escucho música, la misma que siento cuando escribo. Si la miras tú es muy probable que no veas nada más que una de esas, una de tantas, pero lo curioso es que si, como decía Bécquer, clavas tu pupila en la suya, verás la profundidád de la noche y la belleza un atardecer eterno. Con la luz que proyecta su mirada puedes apartar los demonios de tu mente y siendo una de esas, una de tantas, es capaz de calmar mis guerras interiores, de llevar la paz a los lugares mas lúgubres de mi ser.
Ella puede ser una de esas, una de tantas, pero pensad una cosa: la belleza, el poder, el dinero, la fama, el glamour... Todo se pierde, pasarán los años y desaparecerá, pero ¿el arte? El arte es eterno y ella, siendo una de esas, es arte.Seremos poesía de otoño.
ESTÁS LEYENDO
El ególatra que dejó escapar la Luna
PoesíaSerie de reflexiones y escritos cortos que de otra forma estarían cogiendo polvo en algún cajón. Porque creo que lo que de verdad merece la pena es aquello que no estás dispuesto a enseñar.