Espera lo inesperado

261 13 37
                                    

Para mi sorpresa, las predicciones que había imaginado para el martes fallaron.

Esperaba que el idiota ese, desatara su furia en mí por haberlo dejado plantado ayer. Pero ocurrió todo lo contrario.

Ni siquiera me lo topé en todo el día.

De verdad, no sabía como lo hacía. Había ocasiones en las que debíamos de encontrarnos obligatoriamente, y ni allí lo había visto. Estuve fuertemente tentada a preguntar por su paradero.

Por obvias razones, no lo hice.

Traté de mantenerme ocupada el resto del día, repitiendo la rutina de ayer: clases, refuerzos. Resultó ser igual de agotador.

Para variar mis actividades diarias, decidí buscar a Alexander. No erré cuando al final de mi jornada de estudio, lo vi abandonando la biblioteca al mismo tiempo que yo.

A veces me preguntaba, ¿por qué él no estaba en Ravenclaw?

—¡Alex! —llamé. Se volteó de inmediato, dedicándome una sonrisa— ¿Qué tal? —pregunté. La verdad no sabía sobre él desde el partido.

—No tan bien, en realidad —confesó algo desanimado.

Vaya

La verdad es que estaba algo sorprendida. La mayoría de veces estoy casi automatizada para responder a los "Bien ¿y tú?" de la gente. Nunca suelen decir sus verdaderas emociones.

—Huh, pues ¿qué sucedió? —pregunté algo vacilante, la verdad no sabía que tono debía adoptar. No tenía ni idea de que le sucedía.

—La verdad es que, puede sonar como una tontería... —advirtió antes de continuar. Aquello no calmaba mi curiosidad; la aumentaba— pero, estoy tratando de recuperar los puntos que le hice perder a nuestra casa en Pociones —explicó, bajando un poco el rostro.

¡Oh!

Y yo preocupada por que le hubiera sucedido algo grave en verdad.

Vamos Astoria si tú hace poco estabas igual.

Hay veces que no te soporto conciencia.

—¡Ay bueno! No te preocupes —le dije, tratando de animarlo. Sabía lo que se sentía—. Yo estoy desocupada, podría ayudarte a reforzar ciertos temas —me ofrecí con amabilidad. La verdad no tenía nada mejor que hacer.

—¡¿En serio?! —exclamó con asombro.

—¡Claro! —afirmé. La verdad, no entendía por qué tanto asombro, siempre me había mostrado amable con las personas.

No es común que alguien de tu casa lo haga...

¡Pues que se jodan!, yo lo haré.

Salimos juntos de la biblioteca, tomamos parte de los libros que sabían que nos ayudarían. Ya en la sala común, nos ubicamos en uno de los sillones más apartados y comenzamos a repasar algunos temas. La verdad era que Alexander era muy listo.

Nos dejamos llevar por las ansias del aprendizaje; la verdad era que a mí me fascinaba esa asignatura. Ni siquiera nos habíamos dado cuenta, de que la mayoría de los estudiantes habían abandonado la sala. Para ser sincera, tampoco nos percatamos cuando a ambos nos dio demasiado sueño como para subir...


—Astoria, Astoria —escucho una voz femenina llamar.

Mierda

Mierda.

No tardo en oír unas risitas a lo lejos.

Abro los ojos de una sola estocada e intento pararme en ese mismo instante.

The cursed girl from Slytherin +18 (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora