El romántico berrinchudo

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Con suerte logré conciliar el sueño la noche anterior, la siguiente a esa, y la posterior... Así hasta terminar toda semana, en la cual apenas había dormido unas diez horas.

Era domingo por la mañana, y en mis planes estaba permanecer más tiempo en la cama; como solía hacer usualmente. Sin embargo, de no haber sido por el patronus que había recibido hace casi una hora, me hubiera permitido cumplir mis deseos.

Me había despertado el sonido del cascabel de una serpiente.

La luz plateada, perteneciente al patronus de mi hermana, había sido casi cegadora.

—¿Cómo van tus lecciones con Malfoy? —preguntó el patronus con la voz de mi hermana impregnada en él—. Sé que puede ser algo idiota, pero ponle empeño para aprobar pociones —mencionó. Me había limitado a soltar un bufido.

Debíamos hacer más creíble esa farsa. Si no era vista con Malfoy, al menos unas horas a la semana, comenzarían a sospechar.

Es por ello que decidí bajar a la sala común para hablar del tema con él.

No me sorprendió encontrarlo descansando en el sillón central con Crabble, Goyle. Pero a la lista de sus acompañantes se sumaba Theo, eso sí, me asombró un poco. Él había acostumbrado a pasar más tiempo con mi hermana que con sus amigos; supongo que ahora estaba comenzando a equilibrarlo.

Me acerco hacia ellos.

—Malfoy necesito hablar contigo —digo con firmeza, logrando que sus amigos se voltearan hacia mi dirección.

Recibo una sonrisa curiosa por el lado de Theodore; los demás solo se limitaron a observarme.

—Pues yo no —soltó Malfoy, casi de inmediato.

¿En serio?

¡Ugh!, ya volvimos a la inmadurez.

—Es urgente —respondo, tratando de resaltar la palabra "urgente" con mayor fuerza.

Ni siquiera me mira, todos sus amigos lo hacen expectantes menos él. Malfoy sostiene un vaso de whisky de fuego, lo mantiene en constante movimiento con su mano derecha.

Se toma el contenido de un solo golpe.

—Todo lo que se tenía que decir fue dicho ayer —puntualizó, haciendo ademán de levantarse. Crabble y Goyle lo imitaron dejando los asientos vacíos.

No iba a permitir que me dejara con la palabra en la boca...

Antes de que salieran de mi paso, me interpuse entre Malfoy y sus amigos cerrándoles el camino. Draco me clavó una mirada cargada de furia e impotencia, entre tanto sus amigos me miraban estupefactos con los ojos abiertos.

—No es sobre eso, es sobre otra cosa urgente —expliqué, con un tono que no daba opción a desacatar.

Se pasó la mano por su barbilla.

—Fuera.

En menos de cinco segundos, ya no había rastro de Theodore, Crabble y Goyle.

Malfoy toma su anterior posición en el mueble. Sirve un poco de trago en su vaso, y con la mirada fija en mí dice:

—Continúa.

Trago grueso.

—Hoy en la mañana recibí un patronus de Daphne... —dubité, no sabía bien como abordar el tema.

Malfoy enarcó una ceja.

—¿Y?

—Ella preguntó sobre mis lecciones contigo —solté la bomba, de una vez debía saberlo.

The cursed girl from Slytherin +18 (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora