𝐄𝐓𝐄𝐑𝐍𝐀𝐋𝐋𝐘 | naruto . naruto shippuden ✅

𝐜𝐡𝐚𝐤𝐫𝐚: ¿𝐦𝐞 𝐩𝐫𝐞𝐨𝐜𝐮𝐩𝐨 𝐨 𝐧𝐨?

𝐜𝐡𝐚𝐩𝐭𝐞𝐫 𝐭𝐰𝐞𝐧𝐭𝐲 𝐟𝐢𝐯𝐞

—No. — Negué rotundamente la propuesta de mi hermano. — No voy a perder la confianza de personas importantes para mí por una simple excusa como la de querer sacar a Sasuke de su "oscuridad" Itachi. No lo haré. Y espero y me perdones por no acompañarte, pero no pienso dejar todo atrás por eso. Hay otras formas. — Me sorprendió la seriedad en mi tono de voz, pero debía ser así, no iba a unirme a una banda de criminales por una excusa sin sentido, era como entrar a un laberinto sin salida.

Itachi me sonrió y sinceramente no me esperaba esa reacción, se enderezó y una de sus manos reposó sobre mi cabeza.

—Esta bien, esperaba esa respuesta de ti, sueles ser muy calculadora a veces.— deposita un beso en mi coronilla para luego voltearse en dirección a la ventana y mirar la hermosa noche que reinaba sobre la aldea.— Ya llegó el momento de irme, pero dejaré una pequeña fracción de mi para que te acompañe..— un cuervo salió de su brazo, como si este se desprendiera del mismo. — Trata de dormir más Zulu.. — y sin más desapareció.

Ahora, tres años después de ese acontecimiento puedo decir que no he visto a ninguno de mis hermanos y tampoco me moleste en buscarlos, aunque sí me mantuve en contacto con Itachi a través de pequeñas cartas que buscaban hacer de consuelo en nuestras efímeras soledades, aunque la suya solía ser más duradera que la mía.

Tres años después, Gaara se convirtió en Kazekage y eso me llena tanto el corazón que late con fuerza de alegría y orgullo cada vez que lo veo caminar por la aldea con su uniforme puesto o cada vez que veo la foto de los tres hermanos junto a mi en la ceremonia del pelirrojo que yace enmarcada sobre mi tocador, junto a las demás fotos con mi familia, Shisui, Naruto y demás. Cada portarretrato está numerado según el orden en el que fueron tomadas las fotos.

Tres años después todavía le sigo temiendo a mi futuro y al verdadero poder que mi Mangekyo posee. Poder que descubrí hace ya bastante tiempo y no me atrevo a usarlo, ya que si abuso de ello podría quedar ciega en cuestión de meses, semanas o incluso días si no logro conseguir el Mangekyo eterno. El jutsu consistía en un fuerte genjutsu que te hace creer que estás siendo rodeado de hermosas rosas que emanan de mi espalda tornando un bello color carmesí gracias a la sangre de mi enemigo, la cual se convierte en  un fuerte veneno que te hace arder desde adentro hacia afuera, puedo hacer que el veneno se centre en un solo lugar, por ejemplo el corazón, entonces una vez el corazón de mi opuesto ardiendo por el veneno dentro del genjutsu, fuera de el, él corazón deja de funcionar a la par que el veneno va haciendo efecto en la ilusión. Y para lograr que caigan solo debo hacer una simple posición de manos y que me miren a los ojos, aunque este último no siempre tiene que ser exactamente a los ojos. 

Todo eso lo anoté con sumo detalle en mi diario, unas páginas después del último día en que escribí. Lo que me llama la atención es la pérdida repentina de chakra que suelo tener a veces.

— ¡Zulu-sensei! — escuché una voz a mis espaldas haciéndome salir a la fuerza de mis pensamientos. — ¡Por fin! La estuvimos buscando por horas — dice la misma voz femenina una vez me doy la vuelta.

— ¿Qué sucede? — pregunto con una sonrisa tranquila. — ¿Paso algo grave?

— Kazekage-sama quiere hablar con usted, dice que es sobre la bestia con cola — cuenta la chica y yo me alarmó. ¿Qué pasó ahora que tenga que ver con Shukaku?

— Gracias por avisarme. — agradezco con una sonrisa amable y desaparezco en un sencillo remolino de viento, mi chakra pierde fuerza con el pasar de los días, y temo que sea algo de lo que deba preocuparme demasiado.

Doy un vistazo rápido por la oficina hasta que me encuentro con los ojos pálidos del chico que solicito mi presencia mirarme con atención. 

— ¡Gaara! ¿Pasó algo grave? — pregunto apurada mientras agarro su rostro y lo examinó, me fijo si tiene fiebre o si está lastimado, pero nada. 

El pelirrojo se ríe divertido, como si mi preocupación fuera todo un chiste para él. Me cruzo de brazos y lo miró con el ceño fruncido.

— No, no me pasó nada, ni tampoco a Shukaku — trata de tranquilizarme pero al instante me mira serio. — a la que sí parece pasarle algo es a ti. Últimamente tus ojeras se notan mucho más y tu piel está más pálida y fría, cosa que es muy raro sabiendo que tú siempre eres cálida al manejar bien el elemento fuego.. Zulu, me preocupas.. 

Yo me río. — Por favor Gaara, no me pasa nada — le sonrió para alivianar su semblante preocupado, él suspira agotado. — tienes muchas responsabilidades para andar preocupándote por mi. Estoy bien, enserio.

— ¿Por qué no vas a ver a Tsunade y que te haga un chequeo rápido? Solo por las dudas — sugirió y yo negué lentamente con la cabeza poniendo una de mis manos sobre su hombro.

— Ya, tranquilízate, no hace falta que vaya a ver a Tsunade-sama, estoy perfectamente bien, ahora sí me disculpas.. — me alejo e intento teletransportarme como hago de costumbre pero el jutsu se frena a la mitad haciendo que sienta un pinchazo en el pecho y caiga de rodillas al piso junto con una sensación extrema de cansancio que  invade mi pecho ¿Qué me pasa? . Gaara se acercó rápidamente a mi auxilio, pero yo me levanté sola del piso con algo de dificultad. — Okey, solo tengo que descansar un poco, nada más — hago una mueca dolor que intento ocultar de la vista del chico. — En serio Gaara-kun, estoy bien..

Me retire de la habitación con la mirada preocupada de Gaara sobre mi. El ya tiene muchas responsabilidades y problemas siendo Kazekage, no quiero agregarles problemas, yo sola debería saber lidiar con ellos.

Al llegar a mi departamento me tumbé en mi cama ignorando la presencia del cuervo a mi lado que me miraba con lástima. 

— Ay vamos, ¡no me mires así! Tampoco estoy tan mal — me acurruco entre las colchas de mi cama del frío que sentía a pesar de estar a dos pasos del verano. — Solo tengo que descansar y dentro de unas horas voy a estar perfecta ¿No?

El pájaro solo me miró como si fuera la persona más terca que haya conocido y ladeó su cabeza en señal de: no lo sé. Lo ignoré y caí en un sueño profundo olvidándome de todo por un momento. Solo un momento.

¡Gracias p♡r leer!