Me borraste.
Dejé de existir para ti.
Y me dolía.
Aunque tu no lo supieras.
Me destrozaba por dentro.
Saber que ahí estabas,
leyendo mis mensajes en la pantalla,
ignorandolos.
Ignorándome.
Te rogué muchas veces,
que me perdonaras,
por lo que sea que hubiese hecho.
Pero nunca lo hiciste.
Nunca me perdonaste.
E, incluso hoy,
sigo disculpándome.
Aunque sé
que ya nunca,
vas a escuchar mis disculpas.

ESTÁS LEYENDO
Entre páginas
Ngẫu nhiênÉramos tú y yo. Ahora sólo quedo yo. Sola entre páginas. Sola entre estas páginas que jamás llegarás a leer.