En las noches,
ella tocaba fondo.
Lloraba,
hasta que sus ojos ardían.
Gritaba,
hasta que su garganta quemaba.
Se lastimaba,
hasta que sus brazos sangraban.
Y en el día.
Volvía a levantarse.
Sonreía,
aunque su pecho quemara.
Vivía,
aunque por dentro muriese.
Miraba el horizonte,
buscando algo,
que la salvase.
Pero la noche siempre llega.
Ocultando el sol.
Y ella vuelve a caer,
perdiendo la esperanza
de encontrar ese algo,
alguna vez.
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Entre páginas
De TodoÉramos tú y yo. Ahora sólo quedo yo. Sola entre páginas. Sola entre estas páginas que jamás llegarás a leer.