Había una vez una chica
que no tenía a nadie.
Que sufría sola,
en la oscuridad.
Ella se enamoró
de un hermoso príncipe,
que de luz su vida llenó.
Pero poco a poco,
ella se dio cuenta.
Su príncipe brillante,
en su propia oscuridad
estaba sumido.
Su corazón de oro,
en trozos
estaba quebrado.
Ella se quedó en silencio a su lado.
Pretendiendo que no veía
las lágrimas que su príncipe
había derramado.
Ellos se necesitaban.
Aunque no quisiesen admitirlo.
Él era el mundo para ella.
Pero él no lo sabía.
Ni nunca lo supo.
El tiempo pasó.
Y el príncipe se rindió.
Luego de muchos años,
finalmente se rindió.
Ella se quedó sola de nuevo.
Pero ahora,
le era más difícil soportarlo.
Comenzó a llorar en las sombras.
A gritar en las noches.
A cortarse en el baño.
Ella se fue quebrando
poco a poco.
Deseando acompañar a su príncipe.
Hasta que ya no pudo más.
Pero a ella,
no la dejaron caer.
La sostuvieron antes de hundirse.
Secaron sus lágrimas.
Vendaron sus cortes.
Escucharon sus gritos.
Y ella por fin se dio cuenta.
Que no estaba sola.
Recayó muchas veces.
Pero logró salir a la luz.
Logró ahuyentar sus demonios.
Logró dejarlo ir.
Y al ver las sonrisas
de las personas a su lado.
Se dio cuenta.
Que él sonreía también.
Que su príncipe estaba feliz,
de que ella logró sonreír.
Ella ahora lucha por ser feliz.
Por ella misma.
Y por él.
Porque su vida una vez fue él.
Y cada sonrisa sincera
que ella dedique ahora,
será para él.
Ésta es mi historia.
Ésta es mi vida.
Y ésta soy yo.
La chica que está rota
pero que está aprendiendo a repararse.
La chica que amó
y perdió.
La chica que hoy trata de sonreír
porque su príncipe la está observando
y no va a decepcionarlo ésta vez.
*
*
*"Fin"
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Entre páginas
De TodoÉramos tú y yo. Ahora sólo quedo yo. Sola entre páginas. Sola entre estas páginas que jamás llegarás a leer.