Retorcido
[Génesis 1:1] En el principio, Dios creo los cielos y la tierra...
[Génesis 2: 18] Y Dios pasó a decir:"No es bueno que el hombre continúe solo. Voy a hacerle una ayudante, como complemento de él".
[Génesis 2:22] Y Dios procedió a construir de la costilla que había tomado del hombre una mujer, y a traerla al hombre.
[Génesis 3:6] Por consiguiente, la mujer vió que el árbol era bueno para alimento, y que a los ojos era algo que anhelar, si, el árbol era deseable para contemplarlo. De modo que empezó a tomar de su fruto y a comerlo. Después dió de este también a su esposo cuando él estuvo con ella y él empezó a comerlo.
[Génesis 3:16] A la mujer dijo:"Aumentaré en gran manera el dolor de tu preñez; con dolores de partos darás a luz hijos, y tu deseo vehemente será por tu esposo, y él te dominará".
El mundo se había retorcido, las mujeres pensaban que podían hacer lo que quisieran sin tener consecuencias. Mujeres que perdieron su sendero.
Él tenía la obligación de enseñarles sus errores y que las demás aprendieran de los castigos de las otras. Pero parecían no entender.
Eso lo enojaba.
Él libertinaje estaba creciendo en la creación de Dios.
Su tarea era buscar mujeres perdidas y llevarlas al camino de Dios, limpiarlas por dentro y fuera, y por último, mandarlas con su creador. Para que Dios las recibiera. Dios se había presentado a él, diciéndole su deber en la tierra y él lo había tomado con los brazos abiertos...
Pero Hinata...
Esa niña era especial. Ella no estaba retorcida, no estaba manchada con el mundo libertino. Ella era única, limpia y recatada. La perfecta mujer que él habría querido como su compañera, para su última tarea.
Pero se volvió algo loco al ver que ella iba a la policía. Ella tendría que haber estado agradecida de que él la eligiera como suya.
No era tonto. Notó la mirada que le daba ese hombre grande y tonto. Él pensaba que Hinata también le pertenecía, que tal vez podría quitársela.
Estaba listo para su trabajo, pero debía seguir las órdenes de Dios para que no atraparan a su verdugo. Ya se había jugado mucho mandándole esa nota, pero no podía dejar pasar eso.
Apretó las manos cuando lo vió salir caminado de la puerta del edificio de ella. El enorme hombre estaba hablando por su teléfono mientras caminaba a un oscuro automóvil. Él llevó su mano a su rosario por pura costumbre y comenzó a rezar una oración con palabras murmuradas, cuando él agente de la policía se detuvo en la puerta de su auto y observó a dónde él estaba.
— Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.
Dió dos pasos hacia atrás, sumergiéndose más en las penumbras, sabiendo que de todos modos estaba bien ocultó.
— Venga tu reino. Efectúese tu voluntad, como en el cielo, también sobre la tierra. Danos hoy nuestro pan para cada día;
Se tensó cuando el hombre se alejó de la puerta, dándose completamente la vuelta hacia él y dió unos pasos a su dirección, como si pudiera verlo.
—y perdónanos nuestras deudas, como nosotros también hemos perdonado a nuestros deudores.
Sonrió cuando un auto que venía en la calle lo hizo detenerse, tocando bocina. El detective dió una mirada más a su dirección, levantando la mano al otro auto, pero terminó agitando la cabeza y volviendo al suyo.
Su sonrisa sólo creció cuando lo vió subir a su auto y arrancar.
—Y no nos metas en tentación, sino líbranos del mal.
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Destino
RomanceHinata quería disculparse por su mal comportamiento en su adolescencia con su único amor. Naruto no puede siquiera verla, está lastimado profundamente. ¿Pero será una mala jugada del destino que un asesino en serie que está investigando Naruto haya...