Giré a la derecha por el pasillo y recargue mi espalda en la pared para descansar un poco. Había pasado ya la sala de baile, de creatividad, y muchas más salas del imponente edificio de DSPmedia. Mi respiración era agitada, empezaba a sudar y estaba segura de que mi cabeza estaba apunto de explotar.
Aún me reclamaba el hecho de haber dejado que esta situación pasara. Oculté todo muy bien durante los últimos dos meses. Jung Min no sabía, ni sospechaba nada. Era lo que quería aunque mi conciencia no me dejara tranquila (momentos en los que la detestaba enserio).
Me escondí lo mejor que pude. No dejaba de pensar que estaba en una situación ridícula, pero llevaba ya casi 15 minutos huyendo de mi novio.
- ¡Mine! ¡Mine! - lo escuché gritar.
Caminé unos pasos hasta llegar a la fila de casilleros que estaban ahí cerca, para esconderme entre ellos, antes de pensar hacía a donde debía dirigirme. No podía agitarme demasiado, era malo para el bebé, y ya tenía con la presión de Jung Min, quién seguía buscándome.
¡Diablos! Estaba tan cerca.
- ¡Aiiiiiiissssh! - me quejé de manera que sólo yo pude escucharme. En verdad me molestaba que fuera tan insistente. Había hecho todo lo posible para que se tranquilizara, pero es tan testarudo.
¿Cómo es que llegamos a esto? Mi desesperación ya me estaba afectando.
- ¡Mine! - lo escuché pronunciar una vez más mi nombre.
Corrí, y escuché sus pasos persiguiéndome. El seguía gritando mi nombre: ¡Mine, Mine, Mine!
Voltee a verlo sobre mi hombro. Su cabello castaño se agitaba mientras corría. Estaba tenso. Nadie se ve bien cuando corre, sin embargo Jung Min siempre había sido un sueño para mí. Alto, simpático, berrinchudo. Toda una mónada.
Mire hacia el frente de nuevo, y sentí la brisa en rostro. A pesar de la agradable sensación me sentía terrible. No hice más que llorar en aquella ridícula persecución, y todo por no querer decir la verdad. Aunque, pensándolo bien, ninguna mujer querría que el hombre que ama supiera que estaba embarazada de otro hombre.
- ¡Mine cuidado! - gritó Jung Min a mis espaldas.
Su voz llena de pánico me sacó de mis pensamientos, y mi mente reaccionó al ver el suelo recién trapeado. Mis pies resbalaron, pero el impulso que llevaba me hizo patinar hasta el borde de las escaleras. Iba a caer.
- ¿Estás bien? - escuché después de un abrupto silencio.
Abrí los ojos, y su hermosa imagen preocupada apareció ante mí. Seguía siendo tan perfecto como lo recordaba. De verdad que no podía ser más tonta.
¡Diablos!
Lo menos que quería en ese momento era enfrentarme a él, y ahora, como muchas veces antes, estaba a tan sólo unos centímetros de mí. No pude evitar mirar sus labios definidos. Hacia tanto que no los besaba, hacia tanto que no estaba en sus brazos, que no sentía su calor... La culpa se extendió por todo mi cuerpo. Cada célula de mi ser quería pedir perdón.
Jung Min alzó una de sus manos, y limpió mis lágrimas.
- Casi caes por las escaleras - dijo en un susurro.
Me abrace a mí misma sutilmente, alejándome un poco de su cuerpo, sintiendo el frío viento interponerse ente nosotros. No quería que se diera cuenta ahora, no quería hablar de mi embarazo ahora. No ahora que mis ojos no dejaban de llorar.
Siempre fui una chica muy sentimental, pero el embarazo superaba mis límites. Alteraba demasiado mis hormonas.
- ¿Qué sucede?
-Nada - dije desviando la mirada.
-¡Mine! - gritó con voz autoritaria, y mi mirada llegó de nuevo a sus ojos. Era fácil ver qué estaba enojado, e impaciente - En serio no puedes seguir actuando de esta manera, últimamente sólo me evitas y... - suspiro tratando de calmarse - No me digas que no está pasando nada. Llevas días así. Te preguntó, y siempre dices lo mismo, pero yo sé que no es cierto. Se perfectamente que cada que lloras es por algo importante.Guardé silencio. No podía contra él, no podía, me conocía. Me conocía bastante bien.
- ¿No habíamos pasado por esto ya? - dijo algo fastidiado, y yo volví a desviar la mirada - Lo que sea Mine, puedes decirme lo que sea. Yo estoy aquí para apoyarte.
Se acercó a mí, y tomó mis mejillas en sus manos, obligándome a mirarlo. Sus ojos estaban llenos de ternura, comprensión y amor.
De nuevo la culpa hizo retorcer mi estómago, y sin pensarlo me alejé de él ¿Qué había hecho para merecer tanta compresión? No la merecía.
- Tu lo dijiste, no yo - su voz sonaba algo desesperada - No hay persona más cercana a ti que yo. Así que puedes decirme lo que sea que esté pasando ¿Está bien?
Me obligué a mirarlo aunque el miedo me estuviera consumiendo por dentro ¿De verdad podía hacerlo? ¿Debía decirle? Cometimos errores, mentimos, nos evitamos, nos lastimamos y al final, la respuesta siempre fue que teníamos que estar juntos... Tal vez debía hacerlo.
Él sentía dolor y lo sabía. Lo sabía con tan sólo mirar su rostro. Tenían ojeras, estaba preocupado y probablemente ni siquiera había podido dormir en estos días. Lo sabía, pero la vergüenza que sentía era más grande que yo ¿Cómo podía siquiera mirarlo a los ojos?
- Lo siento - dije por fin. Él me miro confundido.
- ¿Por qué...?
- Estoy embarazada.Silencio.
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Through Everything [En Emisión]
RomanceDentro del mundo y la industria de la música. Jung Min y Mine tendrán que superar las paredes que se han formado alrededor de ellos. Esta no es una historia en donde el amor es un imposible o en donde lo correcto sería atender a las decisiones y ex...