Un nuevo despertar.

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La noche llegó rápido, acompañada del frío y de un silencio pesado. Casi podía escuchar mi respiración, mis pensamientos... Y no quería escuchar mis pensamientos, no quería pensar en nada. No quería pensar en Jung Min, en Shouta, en qué no contesté ninguno de los mensajes etc.

Suspiré, y volví a dar una vuelta en mi cama para de nuevo mirar al vacío. No es que pudieras ver mucho, pero la poca luz de luna que entraba por la ventana, me dejó ver a mis dos amigas que se habían quedado de "imprevisto" a dormir en mi casa. Se abrazaban a sí mismas y las cubría solo una manta. Todo estaba en silencio, hasta que Jenna empezó a hacer unos ruidos extraños, como si fuera a despertarse.

Les di la espalda, no quería que supieran que estaba despierta, y que las estuve observando.

- Mamá no quiero comer más chocolate - dijo la voz de Jenna entre sueños.

Reí un poco, y cubrí mi boca con las sábanas para amortiguar el sonido.

Las mire de nuevo para asegurarme de que estaban dormidas... y así era. Sonreí, y agradecí en mi mente el tener amigas como ellas, pero luego llegó a mi mente Ayane. No podría dormir si seguía repasando la escena de esta tarde una, y otra, y otra vez en mi cabeza.

Ayane se fue de repente, y no tenía ni idea de por qué.


- ¿Ayane, se fue? - había preguntado Melhya, al no ver a la pelirroja en la habitación.
- ¿No oíste el portazo? - contestó Jenna, un poco menos sorprendida.

Yo no había dicho nada, estaba muy aturdida...Su comportamiento, sus palabras, y luego ¿Se va? ¿Sin decir nada? Todo era muy sospechoso.

- ¡Pero si nos íbamos a quedar a aquí a dormir todas juntas! - dijo de repente Melhya haciendo un puchero. Lo que hizo que saliera de mi transe.
- ¿Así?
- ¡Siiiiii! - respondieron ambas.
- ¿Podemos? - preguntó primero Melhya con sus manos entrelazadas sobre su pecho.

- Por favor - continuó Jenna, haciendo el mismo gesto que hizo Melhya.

Después de muchas suplicas.

Acepté.


Suspire asimilando la idea de que el insomnio me acompañaría por el resto de la noche, pero fue una almohada que cayó en mi cabeza la que me hizo cambiar de opinión.

- Pero ¿Qué? - dije en voz baja, y me recargue sobre mis codos. Cuando voltee en la dirección en la que mis amigas dormían vi una escena digna de una fotografía. Jenna dormía abrazada a Melhya de una manera poco estética.

Tome mi iPhone de la mesita de noche:

Código: 5789
Cámara.
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Click.


7:00 a.m. Y yo ya estaba frente a la casa de Mine. Ella no contestó mi mensaje anoche, por lo tanto, intuí que podía llegar a la hora que quisiera.

- ¿Estás seguro de que no está dormida? - escuché a uno de mis amigos preguntar.
- Si está dormida. La despertaremos Joey.

Eche una mirada a la casa de mi novia, había estacionado en la banqueta de enfrente, así que podía ver toda la vivienda. Los primeros rayos de sol apenas alcanzaban a iluminar el techo, dándole un toque rojizo, las ventanas estaban cerradas, al igual que las cortinas, y no había ni una luz encendida. Por supuesto que Mine seguía dormida.

Desde donde estaba, solo tenía que caminar unos pasos sobre el asfalto para llegar hasta a la puerta.

- Debiste esperar a que te dijera una hora - comentó ahora Narvy, mientras pasaba una mano por su cabello rojizo teñido.
- No aguantó el sueño - agregó Joey.

Through Everything  [En Emisión]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora