División

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- ¿¡Vas a explicarme!? - exigió Mine con sus brazos cruzados.

Después de unos cuantos regaños, gritos y amenazas, reacción que ya esperábamos. Mis amigos y yo estábamos en la sala, sentados uno contra el otro esperando sobrevivir a esta situación. Para este momento las chicas ya estaban presentables, y en el caso de Melhya, específicamente, sin baba de Jenna en su cabello.

Joey, que estaba a mi izquierda, me dio un codazo.

- Vine ayudarte - respondí nervioso. Mine era aterradora cuando se enfadaba. La chica de tierna sonrisa y ojos brillantes, se convertía en un monstro de ceño fruncido y ojos negros. Ella, junto con sus amigas, estaban de pie frente a nosotros, mientras nos miraban enfadadas - No respondiste mi mensaje anoche. No sabía a qué hora venir.
- Claro - canturreo - por eso decidiste venir a las 7:00 de la mañana (En todo caso, ya había pasado una hora, casi dos, desde el incidente).
- Te lo dije - susurró Joey a mi lado, pero Melhya lo escuchó.
- ¡Que reclamas! ¡Tú eres el líder! ¿¡Por qué les seguiste la corriente!? ¿¡Por qué no lo impediste!? - reclamó molesta.
- Jung Min nos trajo a fuerzas - contestó Joey acusándome, y haciendo que toda la atención se centrara en mí.

Sé que un Idol está acostumbrado a recibir mucha atención, pero, que tu novia, sus amigas, y tus colegas, te miren al mismo tiempo. No es bueno.

Mine suspiró.

- Ya no se puede hacer nada - dijo resignada, y me miró fijamente.

Hice un puchero, aprovechando su atención, y mis encantos, para buscar su perdón y compresión (nadie puede resistirse a mis pucheros). Mine entrecerró sus ojos, dándose cuenta de mis intenciones, así que aparto su vista de la mía. Jenna, Mine y Melhya se miraron entre ellas y de repente, parecía que las tres estaban de acuerdo en algo ¿Cómo es que las mujeres se ponen de acuerdo tan solo con una mirada? Dicho comportamiento solo hizo que mis amigos y yo nos pusiéramos alerta.

- La mudanza llegará en media hora - dijo Mine un poco más calmada - ¿Han comido?
- ¡No! - respondió Narvy de inmediato.
- Excelente - Mine sonrió malicia, y en respuesta el ambiente se volvió tenso - Denme sus teléfonos - pidió, y extendió su mano.
- ¿¡Que!? - preguntó Joey.
- Sus teléfonos Joey - volvió a decir Jenna.

Mine se limitó a seguir con su mano extendida, en espera de nuestros teléfonos, su mirada era dura, y tal vez aún seguía un poco molesta. Joey fue el primero en entregar su teléfono, Mine lo tomó y se fue a la cocina. El segundo fue el mío, el cual terminó en la mano de Melhya, y al final, Jenna se llevó el de Narvy. Nos quedamos en la sala, intranquilos, y en silencio. Después de unos minutos escuchamos risas, y gritos, en la cocina.


La mudanza llegó media hora después, y no nos quedó más opción que bajar cada caja de la mudanza mientras las chicas tenían de rehén nuestra comida. Fue castigo justo, y a la sorda, las chicas nos ayudaron, lo cual agradecimos mucho. Al principio Melhya se resistió, debido a sus fotos fueron las más graciosas, pero no pudo estar enojada con nosotros por mucho tiempo.

- ¡Es la última! - gritó Narvy, entrando a la casa, con una caja en sus manos. Se dirigió a la sala, y dejó la caja junto a las demás - Listo.

Joey lo seguía de cerca.

- ¡La mudanza ya se fue! - anunció y cerró la puerta.
- ¡Vengan a comer! - gritó Jenna desde la cocina. Narvy, Joey y yo casi tropezamos con nosotros mismos en cuanto nos encaminamos a la cocina. Teníamos mucha hambre, y desde hace un tiempo que la casa de Mine empezaba a oler a comida recién hecha.

No perdimos el tiempo y los tres nos acomodamos en la barra mientras Melhya ponía frente a nosotros platos servidos con huevos revueltos con jamón y frijoles. Mine traía dos jarras de agua fresa, una de limón y otra de Jamaica, y Jenna era la encargada de los cubiertos.

Through Everything  [En Emisión]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora