Mil emociones.

76 3 0
                                    

Lo golpee.

Dejé en el suelo a la única persona que tenía, aparte de Mine, mi absoluta confianza.

Las lágrimas no se hicieron esperar, y dejaron su rastro por mis mejillas.

Sentía que el mundo estaba en contra mía, que estaba jugando, a sangre fría, con mis sentimientos y con las personas que más amaba.

- ¿Te sientes mejor? - preguntó Shouta con sarcasmo.

Un hilo de sangre salía de su boca y lo limpio inmediatamente con el torso de su mano, dejando fuera toda señal de debilidad, para ponerse de pie.

- ¿¡Crees que golpearte me hizo sentir mejor!? - Shouta me miró con cierto recelo - Sé que tu no tuviste la culpa - dije tratando de convencerme más a mí mismo que a él.

No sabía lo que Shouta estaba tramando, pero él no hace este tipo de cosas sin una razón.

- Así que, lo que sea que estés planeando. Mejor detente. Sabes muy bien que no me gusta pelear contigo.

Shouta río, estaba decidido. Por más que permaneciera firme, encontraría la manera de sacarme de mis cabales. Tenía que terminar con esto rápido.

- Claro, pero eso no evitó que me golpearás hace unos segundos ¿¡Verdad!? - dijo en una burla.

¿Era un juego? Había dicho sin reservas, que el hijo que esperaba Mine era de él ¿Qué era lo que esperaba que hiciera? ¿Felicitarlo? Era una verdad irrefutable, pero no tenía que decirlo de esa manera. Claramente fue una provocación... Al igual que todo esté teatrito.

Apreté mi mandíbula recordando que tenía que mantener la calma. No caería en el juego Shouta, fuera cual fuera.

Shouta volvió a reír.

- Déjame adivinar... Estás conteniéndote.

Apreté los puños, pero la sonrisa burlona en el rostro de Shouta se hizo más grande.

- Jung Min, te digo esto porque te quiero y por qué hemos sido amigos por muchos años. Si no me golpeas ahora, lo querrás hacer después, y es preferible que arreglemos esto ya antes de que se complique más.

Desvíe la mirada sin poder creer lo que mi mejor amigo estaba diciendo ¿Complicarse más? ¿Hablaba enserio? ¿Qué esto no era acaso ya lo suficientemente problemático? ¿Había más?

El solo hecho de pensar en eso me hizo sonreír ¿Qué clase de prueba es esta vida? ¿No tenías nada más que hacer?

Mire de nuevo a Shouta, su mirada era firme, y su postura confiada. Completamente dispuesto a recibir una paliza.

¿Por que hacia esto? Esa actitud no hacía nada más que hacerme sentir como un cachorro inseguro y desorientado. No quería golpearlo, y tenía claro que no era lo que debía de hacer.

Una risita me sacó de mis pensamientos. Shouta miraba al suelo, y sus manos estaban cerradas formando sus puños.

- Cuando me enteré... No sabía que hacer. No sentí esa alegría que dicen se siente cuando sabes que vas a hacer papá - ahora yo apreté mis puños - pero Jung Min - sus ojos volvieron a estar brillantes, y su voz se empezó a quebrar de nuevo - Estoy sintiendo esa alegría ahora.

Unas manos pequeñas estaban sobre mi pecho. Shouta estaba ahí, de pie, inmóvil frente a mí. A mis oídos llegaba el sonido lejano de unos sollozos, y sentía una tensión en mi hombro izquierdo. Pronto pude darme cuenta que tenía mi puño levantado, y que estuve a punto de golpear a Shouta de nuevo.

Through Everything  [En Emisión]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora