ONE-SHOTS ━ multifandom

pokkopikku | fuego

Day 5 & 7: Jacket, Confession, Getting wet in the rain

La vida era una mierda y muy estresante, pero había algunos buenos momentos que la hacían buena, sobretodo cuando estaba con amigos, especialmente con su mejor amiga, de la cual estaba perdidamente enamorado desde hacía ya mucho tiempo.

Había habido una pequeña fiesta para celebrar una victoria en el campo de batalla. La fiesta se había extendido un poco y cuando salieron del cuartel ya era denoche, aunque bastante nublado.

Porco acompañó a Pieck a su casa, dando un paseo andando lentamente por las calles. Iban hablando tranquilamente pero querían seguir hablando, no querían volver aún a sus casas, asique se sentaron en el borde de una fuente en medio de una plaza.

Por un segundo se quedaron en silencio sin saber de qué más hablar, asique él decidió lanzarse. Parecía un momento adecuado, siendo denoche, en un lugar bonito y tranquilo, y solos.

—Pieck —dijo volviendo a llamar su atención—. No sé cómo decirte esto pero llevo ya bastante tiempo queriendo hacerlo. No he pensado nada en concreto, asique no sé si podré expresarlo como lo siento. Quizá... Si sintiese menos, sería capaz de hablar más. Pero te amo, muchísimo, desde hace mucho tiempo. Eres preciosa, lista, amable... Y quiero ser el que te cuide cuando estés mal por cualquier cosa... Más de lo que ya lo hago como tu mejor amigo —dijo riendo un poco nervioso—. No sé si tú sentirás lo mismo, quizá solo me veas como tu mejor amigo y no puedas verme como algo más, pero espero que al menos todo esto no afecte a nuestra amistad, e intentaré olvidarme de ti en ese sentido y hasta poner distancia entre nosotros si así lo deseas.

—Porco —dijo cogiéndolo gentilmente de las manos y sonriendo enternecida—, has hablado mucho de si te rechazaba, ¿pero no has pensado en que te podía corresponder? —dijo poniendo una de sus manos en su mejilla.

—...¿Puedes?

—Puedo —dijo riendo—, lo hago.

—¿¡Lo haces!?

—Sí tonto.

De repente, cayeron en sus caras unas gotas de agua. Miraron al cielo. Cada segundo empezó a llover más fuerte, asique se levantaron rápidamente de la fuente. Porco se quitó la chaqueta y se la puso con delicadeza en la cabeza a Pieck para que no se mojase tanto, y la cogió de la mano. Empezaron a correr cogidos de la mano mientras que ella se sujetaba la chaqueta para que no se le cayese de la cabeza.
Por fin llegaron a la casa de Pieck.

—Bueno, yo me voy ya —dijo él.

—Espera, pasa un momento —dijo mientras habría la puerta y entraba en la casa, siguiéndole él.

No había rastro del señor Finger, por lo que ambos supusieron que estaba durmiendo, asique evitaron hacer ruido, y hablaban en susurros.

Pieck fue al cuarto de baño y cogió una toalla para que se secase, aunque le iba a costar solo con eso, porque estaba calado. Luego fue a la cocina a por una caja de cerillas, puso madera en la chimenea y encendió el fuego.

—Deberias quitarte la camiseta, vas a pillar un catarro si no te la quitas.

—Uh... —se veía un poco indeciso.

—No te pongas así, que ya te he visto otras veces sin camiseta —dijo mientras se sentaba delante del fuego—, además de que las camisetas de tirantes y apretadas no dejan mucho a la imaginación —dijo mientras miraba hacia arriba y le cogía de la mano para que se sentase a su lado, cosa que hizo mientras se quitaba la camiseta y la ponía delante del fuego—. Y no te preocupes por si aparece mi padre, que entenderá la escena, y de todas formas te quiere mucho, dice que eres la mejor opción para mí —dijo mientras apoyaba su cabeza en su hombro.

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