Inicios de una nueva vida

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Dos horas completas pasaron, desde que el azabache se había dormido,  Taehyung había hablado un rato con Jimin y Yoongi quienes habían regresado en la primera hora para ver cómo estaba Jungkook, quien seguía durmiendo profundamente, y aprovechando eso, Yoongi junto a una enfermera tomaron algunas muestras más de sangre, al pequeño conejito, quien siquiera se inmutó, demasiado inmerso en su sueño, unos minutos después de que la pareja se fuera, un indignado Namjoon regresó con Sana, esta vez con el objetivo de que, el rubio contara el estado en el que lo había encontrado y lo que había pasado en la primeras horas de tenerlo en su departamento, luego de eso, también se fueron y ya para este preciso instante, en que dos horas y media se cumplían, Tae se encontraba sumamente aburrido, mirando el techo de la habitación, notando que el mismo brillaba, por lo que dedujo, que estaba pintado con pintura escarchada, suspiro comenzando a sentir hambre, observando el reloj en la pared, viendo que ya iban a ser las tres de la tarde, pero el realmente se había negado a moverse de allí o dejar solo a Jungkook, no, él esperaría pacientemente a que el menor despertara, y gracias al cielo era algo que estaba pasando en ese instante, pues entre quejidos y bostezos, comenzaba a estirarse y removerse en su regazo, hasta que finalmente abrió sus ojitos.


–¿Tae...?


–¿Sí bebé?


Jungkook no dijo nada más, al observar al contrario, sus orejitas se alzaron, acompañando su rostro de sorpresa y, sin más volvió a su forma animal, dejando al mayor, atónito ante su acción, el  pequeño bulto que era el conejito bajo la manta, se removió ocultando su carita con sus patitas delanteras y, es que la razón de su comportamiento era simple y llana vergüenza, porque recordó los hechos de horas atrás, el momento en que se había hecho pis encima, como Kim lo contenía, sin importarle llenarse de la misma, el momento en que lo duchó e incluso el cómo uso el dedo del rubio como si de un chupete se tratara, un chillido escapó de él, pues le era imposible no sentirse terrible, avergonzado y horrorizado en cierto modo, definitivamente ver al contrario a la cara le sería imposible.

–Kookie ¿qué sucede pequeño?


Taehyung apartó la bata del pequeño bultito, dejando ver al menor y como este le daba la espalda rápidamente, solo dejando a su vista, aquella bonita y pomposa colita, con delicadeza y preocupación, tomó al conejito entre sus manos, robándole un chillido de sorpresa, lo cual lo hizo reír levemente, lo elevo un poco hasta dejar aquella adorable carita frente a la suya, notando como el menor movía su naricita a la par que cubría sus ojos con sus bonitas orejitas, al ver aquellos grandes ojitos humedecerse, acarició su suave pelaje con delicadeza, dejando un beso entre sus orejas.

–Tranquilo pequeño, ya nadie puede hacerte daño, nos iremos pronto, necesitamos que Yoongi nos dé los resultados de tus exámenes


Tan solo un pequeño chillido fue lo que recibió de respuesta, acurrucándose entre las grandes y pálidas manos del mayor, sin descubrir su tierna carita y ¡oh¡ Kim Taehyung no sabía que su lindo chico, solo moría de vergüenza, que solo quería volver a casa y ocultarse entre las mantas y puede ser, que llorar solo un poco por tan penosas escenas, claro que tampoco quería seguir allí porque sabía que aquella mujer estaba allí y sobretodo que en cualquier momento podía regresar por él, tenía miedo de que se lo llevara, que lo alejara de Taehyung, y lo hiciera vivir un infierno de nuevo, si el mayor, tan solo supiera.

–Bien, debes estar agotado

Suspiró con suavidad, dejando un beso en la cabeza del azabache, dejándolo con suavidad sobre la cama, se levantó observando la ropa bien acomodada sobre el sofá y tomó la que era para él, no era nada extravagante, solo unos pants negros, junto a un suéter del mismo color, con el logo de la organización al lado izquierdo de su pecho, pequeño, discreto pero brillando en dorado, junto a eso, un par de medias, ropa interior y unos vans negros, sin más comenzó a vestirse dejando la bata de lato, todo bajo la atenta mirada del conejito, posada en su espalda, claro que él pudo ir al baño, pero le daba miedo dejar al contrario solo, una vez listo acomodó su cabello, volviendo a la cama, tomando asiento en esta, acariciando con delicadeza las orejitas, del híbrido que ahora evitaba verlo a toda costa, más rio suave al recibir un ligero ronroneo como respuesta, miró hacia la puerta, cuando está fue abierta, sorprendiéndose un poco al momento en que Kook se escondió rápidamente en su espalda, asomándose levemente al notar que eran Jimin y Yoongi.

Jamais Vu ~TaeKook~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora