Meraki

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Cerró sus ojos y llevó sus manos a la orilla del mesón sosteniéndose para evitar caer debido al placer que recorría su cuerpo, la cálida boca de su novio alrededor de su miembro succionando y su lengua habilidosa recorriendo todo su falo lo tenían realmente mal, si bien primera vez como tal recibiendo una felación por parte del menor, no era, sí que era la primera que el pelinegro hacía con tal habilidad, que dejo su demostración con su dedo en el lugar más recóndito de su mente, incluso llegaba a sentirse tonto por haber caído en la jugarreta de su pareja, claro que estaba muy ocupado gimiendo como para pensar en el engaño del azabache, mordió su labio inferior para callar un poco sus gemidos pues estaba siendo bastante ruidoso para su gusto, no era para menos ya que de verdad estaba sensible y ¿Cómo no? Era humano, tenía necesidades, no haber estado con su chico por largo tiempo le estaba pasando factura justo en ese momento.

El menor por su parte estaba disfrutando inmensamente ser él quien causaba aquellas reacciones en su Hyung, escuchar sus gemidos roncos, sentir como de vez en cuando pequeños espasmos cruzaban las piernas del rubio, y en general el desastre que estaba creando, el líquido pre seminal se abrió paso en su lengua, haciéndolo soltar un jadeo de gusto ante aquello, comenzó a mover su cabeza un poco más rápido, llevando aquel grueso pene hasta lo más profundo de su garganta, su lengua jugueteando con aquel pequeño orificio en la punta del miembro, sacándole nuevos gemidos al contrario, llevó una de sus manos a los testículos del mayor, masajeando, acariciando y apretando estos, sintiendo con la mano que apretaba el muslo contrario los nuevos espasmos que lo recorrían, sintió como una mano grande se acentuaba en su cabeza, aquellos largos dedos enredándose entre las hebras de su oscuro cabello, luego de segundos pequeños tirones se abrieron paso en su cabellera, acompañado de las embestidas placenteras que eran dadas a su boca, el contrario ahora tomando parte del control, mientras sus ojos se llenaban de lágrimas por las pequeñas arcadas, sin embargo liberar el miembro de su novio no estaba en sus planes, continuo estimulando sus testículos, su traviesa lengua haciendo de las suyas en el meato del miembro en su boca, el calor cubría su cuerpo por completo, el deseo brillando en sus ojos cuando los conecto con los del mayor, un apretón, una lamida y una embestida más fueron las necesarias, para que luego de unos minutos Taehyung se liberara en su boca, sacó el miembro de su cavidad, tragando esa cálida esencia a la par que sentía lo último de su novio terminar en su rostro, aun sin apartar la mirada del contrario relamió sus labios, tomando con su pulgar las pequeñas gotas espesas de su rostro, chupando luego su dedo, una imagen demasiado erótica para el rubio.

-Maldición Jungkook

Masculló al ver aquella caliente imagen, sin más se inclinó lo suficiente para tomar al menor por la nuca, conectando sus labios en un beso hambriento, algo tosco y muy necesitado, lamió el labio inferior de su pareja sintiendo como abría su boca, dejándolo introducir su lengua la cual de inmediato se unió con la contraria en una danza sensual y caliente, tan caliente como ambos cuerpos estaban, sobre pasando su punto, su autocontrol, todo en ambos estaba por encima del límite, sin romper el beso, lentamente Taehyung fue levantando al azabache hasta dejarlo parado frente a él, sus manos rápidamente posándose en los preciosos muslos gorditos de su novio, lentamente subiendo hasta su cadera, rozando el inicio de su trasero, notando que no había ropa interior cubriéndolo, sonrió entre el beso complacido por ello, sus manos siguiendo el recorrido por su cintura apretando está ligeramente.

Ante el apretón en su cintura un suave jadeo por parte del menor, se perdió en la boca contraria, sus manos yendo al pecho del mayor, moviendo estás lentamente hasta rodear el cuello de su pareja, su piel ardía ante el tacto sobre ella, las sensaciones placenteras envolviéndolo de pies a cabeza, sintió como el mesón pegó contra su espalda, debido al lento movimento de ambos, las grandes manos del rubio volviendo a su trasero amasando y apretando este a su antojo, brindándole esas corrientes de placer que tanto le encantaban.

Jamais Vu ~TaeKook~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora