Jamais Vu ~TaeKook~

El infierno está en la tierra

𝘼𝙙𝙫𝙚𝙧𝙩𝙚𝙣𝙘𝙞𝙖 ⚠️

Este capítulo contiene lenguaje explícito, y narra escenas violentas, sí eres una persona sensible te recomiendo saltarte los párrafos en cursiva, en todo caso que sigas leyendo será bajo tu propio riesgo.

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Largos minutos y varios ejercicios de respiración después, fueron necesarios para que poco a poco el pequeño híbrido pudiese calmar su llanto, dejando al mayor despojarlo de su ropa mojada y sucia, para poder lavarlo adecuadamente, suspiró tembloroso ante los suaves y delicados toques de Taehyung sobre su piel, siendo la primera vez que lo bañaba, sintiendo la forma cuidadosa en que lo hacía, sin morbo alguno, sin dobles intenciones, solo preocupación y cariño, necesidad de verlo bien y tranquilo otra vez, lavó cada parte de su cuerpo hasta que, de nuevo estuvo limpio y oliendo a deliciosa vainilla, pues el jabón era de ese aroma en particular, una vez terminó, tomó las suaves y rojizas mejillas del menor, al cual aún entre pequeños hipidos, lograban escapársele algunas lágrimas.

–¿Me dirás que sucedió bebé? ¿Por qué tienes tanto miedo?

El menor suspiro y Sana tras la puerta se puso alerta, estando atenta a la conversación para poder tomar nota de todo lo que el menor dijera, pidiéndole a Yoongi y Jimin quienes habían llegado con ropa y mantas para ambos, que hicieran silencio por medio de un gesto, al cual ambos entendieron, asintiendo levemente y quedándose quietos en su lugar.

–E-esa mujer, antes fue mi dueña, te hablé de ella

–¿La mujer del laboratorio?

–Sí, e-ella siempre me lastimaba, de muchas formas feas, e incluso metía cosas en mi...

Taehyung no pudo, simplemente no pudo seguir escuchando, porque con aquellas simples palabras ya deducía lo que venía, y aunque debía dejarlo hablar, porque fue él quien pidió una explicación, le era imposible en ese momento oírlo, quizás algo cobarde de su parte, pero no se sentía listo para escuchar sobre las horribles cosas que su pequeño tuvo que vivir.

–Escúchame, salgamos de aquí ¿Sí? No me cuentes esto ahora, vayamos afuera, cálmate un poco y luego hablaras con Sana

–N-no, no quiero que me haga daño también

Nuevamente lloró aferrándose a él, sin querer aquellas palabras también habían llegado a la bonita chica, quien con pesar llevó su mano hasta su corazón, sintiendo sus ojos picar ante las inmensas ganas de llorar que la invadieron repentinamente, porque no imaginaba la vida cruel que el pequeño híbrido había llevado, como para pensar, que ella también le haría daño, mordió su labio levemente para evitar que sus lágrimas escaparan y solo se alejó, para darles más privacidad; en el baño, con cuidado, Tae alejó al menor, solo para salir de la bañera, se quitó toda la ropa mojada dejándola de lado, luego tomando una bata de baño colocándose ls misma, todo dándole la espalda a Jungkook, no por vergüenza, sino para evitar abrumar al contrario o incomodarlo, ya listo tomó otra bata para el azabache, con su característica calma lo ayudó a salir, y rápidamente lo envolvió con la cálida tela .

–Mírame cariño, estoy aquí, no voy a dejar que nadie te toque o dañe, ya no más, te lo prometí y mantendré mi palabra, además Sana es una linda chica que te ayudará a que castiguen a la mujer mala ¿Hablaras con ella?

–Solo sí te quedas conmigo

Sonrió asintiendo levemente dejando un beso en su sien, tomó otra pequeña toalla para secar con suavidad sus orejitas y cabello, sin más caminó con él fuera del baño, en todo momento su brazo siendo apresado por Jungkook, pues no quería separarse ni un milímetro,  observó con una sonrisa amable a la única chica y a sus amigos sentados en el pequeño sofá frente a la cama, donde él tomó asiento, recibiendo automáticamente al menor quien se sentó en su regazo, lo abrazó dejando pequeñas caricias en su cabello para mantenerlo tranquilo, un profundo silencio los envolvió, este mismo siendo roto por la única fémina de la habitación, quien con una dulce sonrisa se acercó a los pies de la cama y miró al híbrido.