Emuná

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“El más fuerte de todos los guerreros son el tiempo y la paciencia”

—León Tolstói

El 30 de diciembre estaba recibiéndolo con una hermosa mañana nevada, había decidido levantarse más temprano, porque era una fecha muy especial, nada más y nada menos que el cumpleaños de Taehyung, por lo que él quería sorprenderlo con el desayuno...

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El 30 de diciembre estaba recibiéndolo con una hermosa mañana nevada, había decidido levantarse más temprano, porque era una fecha muy especial, nada más y nada menos que el cumpleaños de Taehyung, por lo que él quería sorprenderlo con el desayuno, y ya que explícitamente les había dicho a él y sus amigos que no quería fiestas, ni como tal celebrarlo, porque él realmente no celebraba su cumpleaños hacia años, así que le parecía innecesario hacer una celebración, la única petición que hizo fue simple y llanamente pasar el día con su Kookie y su estrellita, así que allí estaba Jungkook, con los brazos cruzados a la altura de su pecho, observando el refrigerador de forma minuciosa pensando en que prepararle al mayor como desayuno, quería algo nuevo, fresco y llamativo, por lo que sonrió al recordar que el día anterior había visto un programa de cocina mexicana, donde enseñaron la preparación de varios platillos, así que decidió que sorprendería a su pareja con un desayuno mexicano, y sin esperar más buscó en internet la receta de lo que quería preparar, dando pequeños saltitos de felicidad frente al refrigerador al ver que tenían todo lo que necesitaba para hacer los famosos chilaquiles, así que tomando lo que requería para la receta, se puso manos a la obra.

–TaeTae amará esto

Murmuró con una sonrisa en su rostro, mientras que por su lado, Taehyung se encontraba estirándose en su cama, tallando sus ojos a la par que bostezaba, palpó el espacio a su lado frunciendo el ceño al sentirlo vacío, gruñó por lo bajo al no ver a su pareja, porque amaba despertar y abrazar a su novio y esa mañana en específico por alguna razón se sentía con el deseo inmenso de estar pegado a su chico, pero supuso que estaba con Byeol o bien preparando el desayuno como solía hacer las veces que salía primero de la cama, le resto importancia y luego de bostezar una vez más se levantó con algo de pereza de su muy cómoda cama, para ir al baño y hacer su rutina, terminando unos minutos después, ahora sintiéndose más despierto, salió de su habitación yendo primeramente hacia la habitación de su bebé, por lo que entró en silencio acercándose a la cuna donde su precioso hijo se encontraba profundamente dormido, sonrió enternecido y completamente encantado  con su precioso bebé, se inclinó un poco solo para dejar un beso en la cabecita de su hijo, acomodando la manta en su cuerpecito para cubrirlo bien y, salió nuevamente esta vez para ir en busca de su otro bebé, bajó las escaleras en silencio bostezando de vez en vez, deteniéndose abruptamente al ver la figura de su novio, moverse suavemente por toda la cocina, pero por supuesto no es precisamente eso lo que había llamado su atención, pues era la forma sutil en la que su pareja movía sus caderas al ritmo de la música que tenía la costumbre de colocar, como aquella camisa azul marino que por cierto era suya se moldeaba preciosamente a su cuerpo, llegando justamente a mitad de sus bonitos y gorditos muslos, su colita removiéndose leve contra la tela, dejando notar el pequeño bultito, sus piernas largas y piel lechosa, contrastaban con el color de la tela, sus orejas esponjosas elevadas debido a lo visiblemente contento que lucía, Dios para Taehyung era un placer visual solo admirarlo desde el umbral de la puerta, pero él quería más, porque con Jungkook siempre quería más.

Jamais Vu ~TaeKook~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora