Cap 3

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Me he pasado toda la tarde leyendo. Como esperaba. Me he olvidado del mundo durante un rato. Lo necesitaba. Necesitaba olvidarme del mundo un tiempo. He dejado mi horrible vida y me he metido en la de Noah y Nicholas Leister. Al menos ellos son felices mientras pueden. Yo en cambio, tengo una grieta en mi corazón que se va haciendo más grande cada vez que el pasado me inunda. 

Está empezando a oscurecer, pero sigue lloviendo. ¿Hace aquí sol algún día? Bueno, no es un problema que no haga sol. A mi nunca me ha molestado la lluvia, de hecho, cuando pasaban varios meses sin llover, necesitaba verla. A la lluvia. La necesitaba. No sé, sentía que la lluvia conectaba conmigo de alguna manera. Y, ahora que vivo aquí, quizás me ayude a recuperar mi vida. La idea que hace unas horas se me ocurrió me inunda la cabeza. Quiero ir fuera a mojarme bajo la lluvia. 

Lo quiero hacer.  Quiero que la lluvia me moje la cara, el pelo y la ropa. Sé que puedo cogerme un resfriado, pero igualmente salgo. Cojo mis botas y salgo fuera sin abrigo ni nada. Únicamente la lluvia. Ella va a ser mi abrigo. 

Mi tío y mi prima están viendo un programa de reformas en la tele, por lo cual, no me ven. Si me vieran, creerían que estoy loca. O mucho peor, que se me esté yendo la cabeza por lo ocurrido y necesite un psicólogo. 

Abro la puerta y noto las primeras gotas de lluvia rozar mi nariz y mi frente. Están frías. A media que voy saliendo, me van mojando. La ropa, el pelo, mis botas sin estrenar, mis manos y lo más importante: mi alma. Siento que me limpia. Me quedo parada unos minutos hasta que decido salir a la puerta de la valla que rodea la casa. Puedo ver la carretera a lo lejos, y el lago que antes vi en el coche con mi tío. Ahora que me acuerdo, me pareció ver una puerta trasera por alguna parte de la valla. La veo. Es de madera y está al lado de un gran abeto que antes pude ver desde mi habitación. Miro hacia arriba y veo mi ventana. Me he dejado la luz encendida. También veo el tejado, que está hecho de pizarra. Es muy bonito. Y como la lluvia lo está empapando, reluce más y se ve precioso. 

Decido abrir la puerta trasera y da a un bosque con una playa a lo lejos. ¿Una playa? Me quedo perpleja. Pese a este clima y este entorno hay una playa. No me lo esperaba para nada. No sé lo que esperaba que hubiera al otro lado de la puerta, pero desde luego no esto. 

Me pongo a correr a través del bosque. Doy vueltas y vueltas hasta que me mareo y me paro en la orilla de la playa. Saco mi móvil y hago fotos. Ya de paso, miro Google maps a ver dónde estoy y qué es exactamente esto. Es un lago. OTRO lago. Normal, como llueve tanto... Osea, que de mar nada. Pero bueno, igualmente es una playa. 

Las vistas son preciosas. El bosque es el más bonito que he visto en mi vida. A lo mejor, a algunas personas les parece tétrico o siniestro, pero a mi me encanta. 

Me está chorreando el pelo y empiezo a toser. Al final me voy a poner mala. Pero ha merecido la pena. Me siento mejor que antes. Por un momento, he olvidado todo y me he concentrado en la lluvia y sobre todo en mí. 

Antes de irme, hecho un último vistazo al lago, y veo algo. No sé que es, pero es algo flotando. Y no me refiero a un palo, sino a un mini edificio. Un barco. De pronto, un escalofrío me recorre la espalda. Me están empezando a escocer los ojos. Ver un barco, me provoca una nostalgia enorme. Me recuerda todo lo que hace un rato había olvidado. No sé si lograré volver alguno en años. 

Quiero ir a verlo a pesar de todo, pero el frío me puede. Mañana iré. 

Entro en la casa y con suerte, mi tío y mi prima siguen en el sofá y no se enteran de nada. Me voy rápidamente a la ducha y cuelgo mi ropa en perchas para que se seque. 

Cuando termino de ducharme, me apetece escuchar música. Pongo en reproducción mi lista de Spotify y empieza a sonar The Night we Meet de Lord Huron. Una de mis canciones favoritas. Me tumbo en la cama a escucharla mientras miro el techo. 

Lo que moja la lluvia #1 [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora