Cap 18

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Vamos de camino a casa cuando se me ocurre preguntar:

- ¿Has cumplido algo más...? Ya sabes... 

- Sí. Me amo a mí mismo y he pedido perdón a todas las personas que hice daño.

Me encanta que lo haya tachado. 

- Me alegro. - le esbozo una sonrisa. 


Mañana es mi cumpleaños. No creo que nadie lo sepa, y no se lo he mencionado. Tampoco es importante. 

Cuando Aidan se marcha paso el día con Julie y vamos al cine a ver una peli.

- Oye.. ¿Tú y Aidan...? - pregunta.

- ¿Eh?

- Bueno eh... ¿vosotros..? - no la dejo terminar.

- No estamos saliendo Julie. 

- Ah. No sé... Me dio la sensación.

No estamos saliendo. Claro que ella no sabe ni la mitad de las cosas del asunto pero no la he mentido. 


Cuando acaba la peli volvemos a casa y estoy tan cansada que me duermo enseguida. 

Mañana va a ser un día raro. Mi primer cumpleaños sin mis padres. 


- Buenos díaaaasss. - Julie abre las cortinas a toda velocidad. 

- Agrr. ¿Qué haces? - me quejo tapándome con la almohada. 

- FELICIDADEESSS - dice. 

No sé cómo lo sabe.

- ¿Cuándo lo ibas a decir? 

- Y-yo... no iba a mencionarlo. No quería ser una carga. - musito.

- ¿Estás de broma? Es tu cumpleaños. 

Le pongo media sonrisa y me visto. 

Tengo la mejor prima del mundo. 

Cuando bajo al salón me encuentro con mi tío y con Aidan. 

- ¡Felicidades Katy! - dice mi tío. 

- Felicidades. - añade Aidan. 

- Gracias. - pongo una sonrisa. 

Ellos saben que esto es un poco duro para mí. Por eso respetan mi silencio. 

He soplado las velas. 17. 

- Bueno... Hoy Julie y yo tenemos cosas que hacer para esta tarde. - empieza diciendo mi tío. 

¿Qué...?

- Oh, claro, claro. Aidan y tú podéis iros por ahí a celebrarlo mientras nosotros preparamos unas cosas. Por la tarde me reúno con vosotros. -dice Julie. 

Sé por dónde van los tiros. 

Aidan y yo nos miramos como si pensáramos lo mismo. John y Julie son los peores en disimular. 

Se me escapa una risa. 


- Solos tú y yo supongo. - dice con una sonrisa.

- Eso parece. - le sigo el juego. 

Me pone una mano en los hombros y salimos de la puerta.

-¿Qué tienes preparado? - pregunto. 

- Es una sorpresa. 

- Odio las sorpresas. 

- Esa es la idea. 

Le pongo cara de amargada. 


Un globo aerostático. Vamos a montar en uno. Aunque no sea uno de mis sueños me encanta. 

- Qué ingenioso. Utilizas mi cumpleaños para que te acompañe a tus sueños. - digo de broma.

Pilla la indirecta y me saca la lengua.

- Después de esto, iremos a hacer la lista de bromas ¿te parece? 

Se me había olvidado esa lista. Hicimos una de bromas que hacer una vez en la vida. 

- Me encantaría. - le vuelvo a sonreír.

Creo que ha terminado de hablar cuando me dice:

-Y, después tengo una última sorpresa para ti. 

- ¿Más sorpresas? - levanto una ceja.

No me contesta porque es nuestro turno. Hoy no llueve, por lo que la gente se puede subir. 

Estoy nerviosa. Nunca he hecho esto. 

Miro a Aidan y veo que está disfrutando de las vistas. 

Se ve todo Ahster Lake. Es hermoso. Las montañas, los lagos, los bosques... TODO.

- ¿Te gusta? - pregunta. 

- ¿A ti? 

- A mi me gustas tú. 

Las palabras me golpean. No me las esperaba. Nunca nadie me había dicho eso. 

- Y a mi me gusta que disfrutes del paisaje y no de mi cara porque a mi me ves todos los días y estos 50€ no se han pagado para nada. - pongo cara seria intentando no reírme. 

- Me gustas más tú.

Al final se me escapa la sonrisa y le abrazo. 

Nunca antes había querido a nadie como le quiero a él. 


Cuando el viaje termina me lleva a otro lugar. 

- Ha sido una experiencia única. - digo.

- Sobre todo porque estabas tú conmigo. 

Me gusta que me diga esas cosas. Nadie me las había dicho antes. 

- ¿A dónde vamos ahora Aidan? -digo entrelazando su mano con la mía y balanceándolas. 

- ¿Si te digo que es otra sorpresa me vas a matar? 

- Ya veremos. - le saco la lengua. 

- Hemos llegado. - dice aparcando el coche. 

Estamos en la puerta de mi casa. 

¿Qué?

- ¿Mi casa?

- Chss. 

Cuando veo que rodea la casa y abre la puerta de la valla sé a dónde me lleva. 

A su barco. 

- Me parece que querías manejar un barco. 

Dios. 

- Siii. - doy pequeños saltitos. 

- Una pregunta. ¿No es ilegal verdad? -digo. 

- No. 

-Confió en ti. 

-Más te vale. 


Me ayuda a subir a la cubierta con cuidado de no resbalarse y me empieza a explicar cómo funcionan las cosas. 

- Me siento como si fueras mi profesor. Señor Aidan. -río.

- Ahora lo soy. Señorita Jones.

Río. Sabe seguirme el rollo. 



Lo que moja la lluvia #1 [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora