- ¿Estáis bien? - pregunta Julie.
Aidan y yo nos estamos partiendo de la risa en los asientos de atrás del coche de mi prima.
No la podemos contestar porque estamos demasiado ocupados riendo.
- ¡Chicos! ¡Ya vale!
- Ok, ok... Ya para... - volvemos a estallar en carcajadas.
Llevamos así un buen rato.
- Es insuperable. - dice Aidan.
- Olvidarlo ya pesados.
Está enfadada porque nos estamos riendo de una cosa que la ha pasado.
Estaba comiendo un tomate cherry y bueno... Se ha manchado todo el ojo porque salpicó contra el cristal y le dio en el ojo.
Ahora tiene el ojo rojo.
Esto no es para reírse, pero nos hace gracia porque la avisamos de que podía pasarla eso y nos llamó inútiles.- Lo siento, es el karma. - digo.
- De verdad, no tenéis arreglo. - dice.
- Ya paramos. - decimos.
- Menos mal hijos, pensé que os tendría que encerrar aquí. Tampoco hace tanta gracia... Un momentito. ¿No estaréis colocados? - dice Julie.
- ¿Por quién nos tomas? - digo enfadada. No es cierto. Estamos normales.
- Espero que no...
- No Julie. No. - afirma Aidan.
- ¿Os importa que sigamos nuestro camino o queréis seguir criticando y llevándome la contraria?
- No señora. Continúa. - dice Aidan con cara de niño bueno.
Nos dirigimos a una de las ciudades más grandes de Washington. Vamos a comprar ropa, ya que en Ahster Lake no hay demasiadas tiendas...
Julie pone música y yo me pongo a molestar a Aidan. Me gusta molestarle.
- ¿Falta mucho?
- ¿Cuántas veces me lo vas a preguntar? - se queja.
- Las que haga falta para que te enfades. - río.
- Eres una tocanarices ¿lo sabías? - ríe.
- Sí, pero te has enamorado de mi.
- Me gustan las tocanarices. - suelta una carcajada.
- ¿Tienes planes para hoy por la noche? - pregunta.
- Sí. He quedado con mi novio.
- ¿Con cuál?
- Con el de los sábados.
- ¿Tienes uno para cada día? - dice arqueando una ceja.
- Sí, pero mi favorito es el de los sábados.
Nos reímos.
- Katherine Jones. Eres insuperable.
- Ala. Bajad. - dice Julie.
- Ya vamos, ya vamos.
Hemos aparcado en un parking del centro. Aquí hace sol, a diferencia de nuestro hogar.
- Vale... ¿Dónde entramos primero? - pregunta mi prima.
- Mmm... No sé... ¿Al baño? - dice Aidan.
- Cierto perdón. - se excusa.
Una hora más tarde estamos en un centro comercial. Julie se ha comprado un montón de modelitos para el instituto. Yo solo llevo unos pantalones.
- Invito yo. - dice dándonos un batido de vainilla a cada uno.
- Gracias. - sonrío.
- ¿Te gusta? - me pregunta Aidan con un jersey de rayas marrones y marrones clarito.
- Sí. Debería probármelo.
Me meto en el probador mientras él se prueba otras cosas.
Al final sí que me lo quedo.
- Me gustan las cosas que te has comprado. - me dice Julie abriendo mis bolsas.
Pasamos el resto del día comprando nos metemos en un fotomatón a hacernos unas fotos.
- Preparados, listos... ¡Sonreíd! - grita mi prima.
Tenemos tres, una en la que salimos normales, otra sacando la lengua y otra en la que yo estoy en el medio y ellos dos me besan las mejillas.
- Preciosas. -reímos.
Cada uno se queda con una tira.
- Os quiero chicos. - dice Julie.
Ella aún no sabe que Aidan se marcha dentro de dos días. No me lo creo ni yo. ¡DOS DÍAS!
Se me humedecen los ojos.
- ¿Qué te pasa gotita?
- Nada... - digo secándome los ojos. - Una pelusa.
- Ya claro.
- Sí.
- A mi no me engañas. ¿Qué ocurre?
- Nada... Es solo que... te voy a echar de menos. - termino diciendo entre sus brazos.
- No iré.
¿QUÉ?
- ¿Cómo? - digo en un susurro.
- No iré. Ya buscaré otro remedio.
- NO. Vas a ir. Vas a cumplir tus sueños y te vas a olvidar de mi. - digo con tono duro aunque por dentro, me ha dolido decirlo.
- No se te ocurra decir eso ¿oyes? - dice agarrando mi cabeza y estrechándome entre sus brazos de nuevo.
- Tienes que ir. No hay más que hablar. - digo dando por zanjada la conversación.
Tengo la sensación de que va a decir algo más, pero Julie interrumpe preguntándonos si queremos ir a una feria que acaba de ver en un anuncio.
- Siiii. - digo.
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Lo que moja la lluvia #1 [COMPLETA]
Romance[ENEMIES TO LOVERS] [NOVELA ROMÁNTICA] Tormenta y lluvia, agua y agua y agua. Así es el pueblo al que Katherine se ha ido a vivir. El pueblo, probablemente más lluvioso de Washington. Allí conoce a alguien que la hace cambiar. Katherine se ha prop...