Lo que moja la lluvia #1 [COMPLETA]

Cap 12

Ha pasado un mes desde el accidente. Me he recuperado bastante bien. Tengo cicatrices y algunos moretones aún, pero estoy bien. Mi tío, se recuperó. Ahora lleva una escayola en la pierna, pero también está bien. 

Aidan ha estado visitándome junto a Julie y hemos pasado varias tardes juntos. En cuanto a lo de los sueños... No he cumplido ninguno. En lugar de eso, hemos creado una lista juntos de cosas ridículas que hay que hacer antes de morir. Lo pasamos bien creándola. Añadimos cuatro cosas:

1. Entrar en un Burger King y preguntar cuál es el Mcdonald's más cercano.

2. Subir en un taxi y decir "siga a ese coche"

3. Entrar en una tienda y gritar "¡¿en qué año estamos?!" Cuando alguna persona responda, gritar "¡Funcionó!" y correr gritando

4. Que uno de nuestros amigos nos persiga como si fuéramos famosos. 

Hemos decidido cumplirlas sí o sí. 

Ahora mismo, estoy sentada en mi escritorio, escribiendo un libro. Uno de mis sueños, se hará realidad. He decidido escribir un libro sobre lo que estoy viviendo, y se titula... Aún no lo sé. No sé cómo titularlo, supongo que ya lo averiguaré. 

Aidan, Julie y yo, hemos quedado para ir al aeropuerto. 

Nos vamos a Alaska. A cumplir el sueño de Aidan. Obviamente soy la única que sabe la verdadera razón de por qué vamos. Julie cree que es porque queremos. 

He dejado mi ordenador dentro de un cajón y he cerrado mi maleta ya completa. 

Mi tío no me puede llevar, así que Aidan y su padre nos van a llevar. 

Tengo muchas ganas de ver la aurora boreal. Sé que no es mi sueño, pero siempre he querido ver una. 

- ¿Listos? - nos pregunta mi prima desde el asiento del avión.

- Listos. - respondemos al unísono. 

El avión despega y todos se duermen menos yo. No puedo dormir. Mi problema siempre a sido que pienso demasiado. Pienso en cuando hace meses, iba con mis padres en lugar de con mis amigos. La vida da muchas vueltas al parecer.

Saco el papel donde tengo apuntados mis sueños, y lo observo durante un segundo. 

8. Escribir una canción. 

¿En qué demonios pensaba? 

Supongo que no pierdo nada en intentarlo. 

Empiezo a pensar la letra. 

Estaba perdida en medio de un bosque

No sé cómo continuar. Creo que ya lo tengo. 

y tú me enseñaste a ver la vida de otra manera

Aprendí a vivir con el dolor y descubrí que el tiempo

no cura las heridas, te enseña a cerrarlas. 

No voy a escribir una canción muy larga, solo escribiré unos segundos.

Llevo dos horas pensando, y por fin termino la mitad de lo que quiero conseguir.

No necesitaba a alguien que me levantara, 

necesitaba a alguien que se quedara conmigo 

hasta que pudiera levantarme.

He terminado. Me ayudo de un programa en internet que me ayuda a elaborar el ritmo y la he terminado. Pongo la voz de una cantante que me gusta. No es ilegal porque no la voy a colgar en ningún sitio. Sólo la quiero para mí.

La escucho. Dura un minuto. Es preciosa. No sabía que fuera capaz de hacer esto. 

La voy a llamar "Vuelve a respirar"

Estoy orgullosa conmigo misma. Tacho el sueño de mi lista y me centro en intentar dormir un poco. 

Me giro en mi asiento y me doy cuenta de que Aidan está despierto. Julie, a mi derecha, está dormida y se le cae la baba. No puedo evitar sonreír al mirarla. 

Aidan se da cuenta de que me he enterado de que está despierto. 

- Trasnochando, por lo que veo. - dice en bajo. 

- Espiándome por lo que veo. - le pongo ojos de repipi. 

- ¿Qué hacías? Parecías muy aplicada. - pregunta. 

- He escrito una canción. - digo. 

- ¿Una canción? ¿Desde cuándo eres artista? - ríe. 

- Idiota. 

- Amargada. 

Ninguno de los dos dice nada hasta que Aidan me pregunta:

- Bueno ¿qué? ¿Puedo escucharla Kate? 

No sé si quiero que la escuche. A lo mejor se toma a mal que haya escogido el tema de cuando me ayudó para mi canción...

En lugar de eso, me coge el móvil y se pone los auriculares que antes yo portaba. 

- ¡Eh! - chillo un poco.

- Shh. - susurra. 

A veces se me olvida que estoy en un avión y no se puede gritar, o despertaré a la gente. Aunque, los ronquidos de Julie tampoco son susurros...

Aidan sigue escuchando mi canción. Debe de estar a punto de acabar. 

Se quita los auriculares y está algo tenso y asombrado. 

- No sé qué decir. Es... ¿rara? ¿Por qué hablas de corazones rotos? - dice. 

Espera ¿qué? ¿corazones rotos? 

No entiendo lo que ha pasado hasta que miro la pantalla del móvil y veo lo que en realidad a escuchado. Ay, madre santa. 

Ha escuchado una canción de mi playlist privada. 

No sé qué decir.

- Te has equivocado de canción... - digo avergonzada. 

- Ah... ¿y esto que es? ¿qué he escuchado? 

Sabía que lo iba a preguntar. 

- Esto... Una de mis canciones favoritas. - articulo. 

No dice nada. Sólo me hace un gesto con la cabeza para que le ponga la mía. 

- Es esta. - señalo la canción en el móvil.

De pronto da al play de "Vuelve a respirar"

Cuando la acaba, me sonríe.

- Me gusta. Es muy original. No sabía que tuvieras ese talento Kate. - sonríe. 

Me gusta que se lo haya tomado así. Una bonita canción. 

- Gracias. - suelto. 

Ya hemos llegado. Hace un frío de narices. Llevo puestas unas medias debajo de los vaqueros y dos abrigos y aún así tengo frío. 

- Q-q-q-que f-f-fríoo. - tartamudeo.

Acabamos de aterrizar en Fairbanks. 

Julie tiene la nariz como un tomate, y a Aidan simplemente se le ha quedado la cara exactamente igual que en casa. Pálida y blanca. No parece afectarle el frío. No tirita y no tartamudea. Señores y señoras, hoy he conocido la envidia. 

Un taxi nos recoge para llevarnos al hotel. 

Hoy es el día en el que las auroras se pueden ver, así que tenemos que estar preparados para pasar varias horas fuera.