Tengo frío. Me encanta que uno de mis sueños se haya cumplido, pero tengo frío. Julie y Aidan están dormidos. Yo, en cambio, estoy despierta con los auriculares puestos escuchando la canción que ayer me cantó Aidan.
Miro la hora en mi móvil. Son casi las 8:00 A.M. Escucho las gotas de lluvia chocar contra el techo de la tienda. Empiezo a pensar en lo que pasó ayer. No puede ser cierto. Demasiado bonito para ser verdad.
Me visto rápidamente y salgo de la tienda. Me acurruco bajo mi paraguas y me siento en el suelo con mis auriculares puestos.
Mientras escucho música, me miro los pies. Mis Vans grises y naranjas manchadas de barro, mis pantalones azules claro y mis manos apoyadas en las rodillas, y unas pequeñas cicatrices en los nudillos del día del accidente. Recordarlo me hace sentir no muy bien.
Estoy tan sumida en mi música y en mis pensamientos que no me doy cuenta de que Aidan está parado justo en frente de mi. Observándome. Me pregunto cuanto tiempo llevará haciéndolo.
- No te había visto. - digo.
Me mira y se sienta a mi lado agarrando mi paraguas para que nos tape a los dos.
- ¿Qué hacías? - pregunta.
- Estaba mhm... pensando.
- ¿En qué pensabas?
- Y-yo... no sé... en el accidente, en mis padres, en mi vida, en Julie... en... en ti. - termino diciendo.
Me mira comprensivo.
Creo que va a decir algo, pero no dice nada. En lugar de eso me coge un auricular y se lo pone.
En este momento está sonando To build a home de The Cinematic Orchesta.
- Me gustan las canciones que escuchas. - dice.
Me pregunto si tendrá el gusto parecido al mío.
- Entonces, supongo, que nuestros gustos se parecen. - esbozo una sonrisa tierna.
- Eso parece.
Cuando acaba la canción, se levanta y me sube con él.
- ¿A dónde vamos? - pregunto.
- Quiero enseñarte algo.
- ¿Y Julie? - si se despierta no nos encontrará.
- No te preocupes por ella. Está dormida como un tronco. No se despertará hasta mañana. - no puede evitar reír en la última frase. A mi también me hace gracia. Los dos sabemos que Julie es una dormilona.
- Vamos. - me apresuro a decir.
- Vamos. - dice agarrándome de la muñeca y adentrándose en el bosque.
No sé a dónde me quiere llevar, pero parece interesante.
- ¿A dónde me llevas? - no puedo evitar preguntar.
- Pronto lo sabrás.
Me callo la boca.
Está claro que no me va a decir a dónde vamos.
Pasados unos minutos se para en seco y me dice:
- Ya hemos llegado.
Estamos en mitad del bosque. Enfrente de un árbol gigante.
- ¿Te gusta?
- Eh... - no me da tiempo a terminar porque me interrumpe con su risa.
Que chistoso.
- Es broma. Esto es bonito, pero lo que te quería enseñar era otra cosa.
- Ah.
- Vamos ven. - dice mientras empieza a colocar uno de sus pies en la rama de el árbol que tenemos enfrente.
Espera, ¿que'?
No puedo subirme a un árbol.
- No te preocupes. Yo te ayudo. - me tiende su mano y la acepto.
Empezamos a ascender. Cómo me caiga...
- ¿Falta mucho? - quiero saber.
- No.
Seguimos subiendo a lo que parece una montaña y cuando nos paramos me indica que me siente en una rama más grande que por las que estábamos subiendo.
Primero se sienta él, luego me agarra y me siento yo también.
Estamos en un árbol.
Estamos-en-un-árbol.
- Nunca había subido a un árbol.
- Entonces, ya puedes decir que sí. - ríe.
Con tanto movimiento para subir no me he dado cuenta de lo que tengo en frente.
Es lo más bonito que he visto en mi vida.
Desde aquí se puede ver todo. El bosque, el lago, mi casa, las montañas a lo lejos...
La lluvia cae sobre nuestras cabezas, pero no importa.
Sigo embobada mirando el paisaje cuando me pregunta:
- ¿Esto te gusta más?
- Me encanta. - digo abrazándole con cuidado para no caernos de un árbol de 20 metros.
- Sabía que te iba a encantar. - dice sonriendo, y me besa la cabeza.
Nos quedamos observándolo todo durante unos minutos.
- Cuando está oscuro, puedes ver las estrellas y sentirte una de ellas. - dice.
- Entonces, tengo que verlo.
Me vuelve a sonreír.
No te das cuenta de que amas a una persona, hasta que te acercas a ella y sientes que no vas a poder alejarte nunca más.
Ahora sé lo que es el amor. Y, podré tachar otro elemento de mi lista.
Creo que Aidan sabe lo que estoy pensando, porque saca la lista y tacha algo.
Yo hago lo mismo.
Cuando me doy cuenta, veo que me quedan poquísimas cosas para cumplir, y estoy orgullosa de ello.
- ¿Dónde estabais señoritos? - dice Julie cuando nos ve llegar.
Al parecer se ha despertado.
Miro a Aidan con cara de reproche por lo que me dijo. Se ríe.
- Buenos días bella durmiente. - digo con una sonrisa.
- ¿Has dormido bien? - ríe Aidan cuando la ve. Lleva el pelo revuelto y el maquillaje corrido. Parece que ha salido de una peli de terror, y la comprendo, yo también estoy así a veces.
Desayunamos y recogemos todo para volver a casa.
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Lo que moja la lluvia #1 [COMPLETA]
Romance[ENEMIES TO LOVERS] [NOVELA ROMÁNTICA] Tormenta y lluvia, agua y agua y agua. Así es el pueblo al que Katherine se ha ido a vivir. El pueblo, probablemente más lluvioso de Washington. Allí conoce a alguien que la hace cambiar. Katherine se ha prop...