Capítulo 9

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Elizabeth:

Sigo caminando por la gran calle oscura, con el viento chocando contra mi cara, haciendo que mi cabello medio castallo se eleve.

Kyra y Carter se fueron en un uber, yo no quise, ya que necesitaba respirar y pensar.

No quería ir en un auto y llegar rápido, sin poder pensar muy bien todo.

Dijeron que ellos se encargarían de comparar las hamburguesas, así que eso tampoco me preocupa.

Tengo algo de frío, pero no tanto, unas gotas de agua empiezan a caer en mi cabello, nariz y mejillas. Mal día para no traer si quiera un suéter.

Pero en mi defensa, para traerlo tenía que traer una cartera u bolsa y no quería tener que cargar algo por todos lados, que pereza.

Las gotas pequeñas de agua se empiezan a hacer más grandes y más frecuentes, con el tiempo termino prácticamente empapada de agua, pero igual sigo caminando.

Veo la calle y como en ella se refleja mi sombra por las luces de un carro detrás de mi.

Sigo caminando despacio, pensando que se irá, pero no, sigue ahí. Volteo y veo como me sigue despacio. Empiezo a caminar un poco más rápido, y siento como el auto empieza a avanzar más rápido, a modo de ir a mi ritmo.

Oigo como una puerta es abierta y cerrada, cierro los ojos, con el corazón latiendome rápido y fuertemente, pero no logro llegar a sentir o escuchar algo más.

Solo como un auto se estaciona a mi lado, cierro los ojos cuando oigo como la ventanilla es bajada.

—Entra.

Abro los ojos, sorprendida y volteo hacia Aegan, quien estaba dentro de él auto.

Veo detrás y como otro carro esta estacionado. Suspirando, entro en el auto, el sube la ventanilla y pone los cerrojos. Arranca y en menos de cinco minutos, ese carro es perdido.

Al ya estar lejos de el auto, el para en un lugar y se vuelve hacia mi.

—¿Qué hacías en una calle, de noche y sola, Eli?

Siento el regaño en mi pecho, ya que seguramente lo que me pudiera haber pasado hubiera sido mi culpa y solo mía.

—Yo...mojare tu asiento— digo, esquivando el tema, algo apenada de igual forma.

El suspira, —No me importa que mojes mi asiento, Eli. Me importa, que casi te pudo pasar cualquier cosa.

Volteo hacia Aegan, quedando frente a frente, —Yo...lo siento.

Un nudo en mi garganta al ser regañada no permite que me exprese bien, el sabor amargo en mi boca es horrible y solo quiero que ya no me regañen.

Dios, que sensible que soy.

El recarga su cabeza en el cabecero del asiento, —Eli...mírame.

Veos us ojos grises, que gracias a la oscuridad se ven algo negros, como café oscuro.

El pasa su pulgar por mi mejilla, acariciándola.

—No vuelvas a irte así ¿si? Promete que no lo harás.

¿Por qué se preocupa tanto?

Sin darle más importancia, asiento con la cabeza.

—Dilo.

Trago grueso y con voz temblorosa lo digo, —Lo prometo.

—Bien...— suspira —¿Quieres que te vaya a dejar a tu departamento?

Asiento con la cabeza y le digo la dirección.

Veo su perfil y sonrío inconscientemente, sigue siendo igual.

Solo que más lindo.

Suspiro y sigo observando como Aegan maneja.

Un Juego De Damas [Aegan Cash y Tu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora