Los celos y la posesividad se mostraba cada vez mas en gogo, queriendo a yami solo para el.
que pasa si gogo no es como aparenta ser?
es posesivo al punto de hacer daño.
finge ser amable pero no lo es.
gogo ama a yami que no dejara que lo alejen de...
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La noche llegaba, ya casi iba a ser la cena con sus padres, en el cual el ya estaba listo, los platos, comida y lo demas ya estaban listas para esa noche.
Por otro lado el menor se encontraba solo y sentado sobre la cama, tenía un dolor de ojos horribles. Su mejilla dolia y estaba un poco hinchada, Después de la pelea con gogo no había dicho ninguna palabra.
tenía que esperar a gogo para que le ponga algo de pomada en sus heridas, deseaba descansar un poco pero en menos de medía hora llegarían sus padres, así que no era buena idea.
La puerta se abrió haciendo que Yami saliera de sus pensamientos y girará su cabeza, su hermano se encontraba ahi.
-gogo.-dijo algo bajo.- me pondrás pomada?.- gogo solo asintio
traía en las manos un frasco de pomada color verde, y algo pequeña. Mientras le ponía la pomada ninguna conversación se hizo en el momento.
-.estas enojado hermano?.- pregunto Yami mientras gogo le colocaba pomada.-
-.no es eso.- trato de evitar la mirada.- lo siento.
Se estaba disculpando? Le sorprendió un poco eso, pero no mostró alguna expresión alguna.
-. Sobre lo de ese rato? está bien hermano pero ya no lo vuelvas a hacer me dio algo de miedo.- una pequeña risa salió, tratando de animar a su hermano.
Gogo lo volteó aver con algo de lástima, supo que hizo mal y tenía que disculparse. Pero no aceptaba el hecho de que el menor le contestara asi.
-. Te golpeé muy duro, y realmente me arrepiento pero no vuelvas a contestarme así está bien?.- asintió y gogo se abalanzó hacía el queriendo abrazarlo.
Logrando su objetivo quedaron algunos minutos así donde gogo le traía abrazado mientras le daba pequeños besos en su nuca.
Yami no se resistió una parte de él quería decirle de cosas a su hermano, pero su parte sumisa le decía que tenía que hacer caso a lo que le decía.
Cuando estaban en un momento muy cómodo, tocaron la puerta.
Gogo se levantó, acomodo su vestimenta mientras tenía una cara de pocos amigos como si no quisiera levantarse o odiará a los invitados.
-vamos?.- estiró su mano y yami la acepto.-
Se oían voces hablando afuera, si, lo más seguro eran sus padres.
Gogo traía agarrado de la mano a yami mientras venían bajando las escaleras, sus manos entrelazadas y sus cuerpos muy juntos, un sonrojo se hizo presente en el rostro de Yami quien sentía casi el calor del cuerpo de gogo, ¿porque diablos te sonrojas? Su voz de orgullo de nuevo estaba ahí.
