NO TE ALEJES

-31

La habitación era oscura no se podía notar nada del alrededor, solo había pequeñas luces de las linternas de afuera, pero nadamas que eso.

Tenía mucho frío pero no sabía el por que el estaba ahí, no sabía quien era y tampoco donde se encontraba, no recordaba ni una pequeña letra de su nombre.

La lluvia empezó a caer, los relámpagos empezaban a sonar y rayos de luz se veían afuera de la ventana, el clima era muy fuerte en esos momentos.

Se levantó de la cama, su cabeza dolía y sus piernas lo traicionaron al no tener mucha fuerza, el sonido fue fuerte que se escucho por toda la casa.

-a-auch.
No había nadie absolutamente nadie que lo pudiera ayudar a levantarse, sus piernas estaban débiles ¿cuanto tiempo llevaba así?, veía su cuerpo por el espejo grande que se encontraba delante de él, y en algunas partes tenía marcas rojas y algunas moradas...
Su cuerpo estaba delgado, sus piernas estaban flacas y llevaba una bata, su cara estaba media amarilla por lo que al estar perdido no le estaba preocupando para nada,

Yami queria saber algo pero ni siquiera eso se le podía pasar por la mente, tal vez estaba un poquito jodido...

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-claramente el hizo todo esto desde que yami fue alguien pequeño, ese idiota...
Yu tomaba con sus manos el café que shoto le había dejalo en la mesa, sus manos temblaba, su cuerpo tenía escalofríos cada que hablaba de ese hombre.

-explicame bien... Gogo mato a tu propio padre?

El silencio era incómodo, pero yu sabía que era cierto le dolía hablar de su padre quien solo quiso separar a esos dos niños por el bien de yami, quien sabía que iba a sufrir en el futuro, su padre nunca tuvo la culpa pero a la vez fue alguien que arriesgo su vida por hacer lo mejor.

-si... Hoy se cumplen 10 años que encontraron a mi padre en una maleta fuera de la ciudad...

.

-estas despierto.

Yami escucho una voz detrás de él, la luz se encendió en cuanto volteo haciendo que cerrará los ojos por la gran luz frente de el, tardó en abrirlos y cuando lo hizo se esforzó en acostumbrarse en ver la luz, solo notaba una silueta grande.

Gogo sonreía con esa maldita sonrisa hipócrita y falsa pero eso ya no lo podía recordar con exactitud yami.

Gogo camino hacía el peli morado, con pasos cortos llego y se arrodilló enfrente de él, yami quería hablar pero parecía que no podía hacerlo, sentía que era alguien conocido pero no podía recordar nada más que esa conexión, no tenía miedo.
Gogo se acercó a yami tocándole el cabello y acomodandolo suavemente, el tacto no le causaba escalofríos pero era raro, el rostro del chico rubio era raro, pensaba yami, agacho la mirada no queriendo ver más al chico que esta frente a él.

-no te acuerdas de nada ¿cierto?

Yami regreso la mirada de vuelta al rubio, pero no había notado que casi en toda la pared habían fotos de él con el chico que estaba frente a él.

La situación estaba de lado de Gogo, algo que nunca pudo hacer ni siquiera en algún sueño pero esta vez tenía la oportunidad de hacerlo y no iba a desaprovecharla, sabía como utilizarla a su favor.

"quieres ver las fotos?"
Gogo sonreía todavía con los ojos bien clavados en yami observando cada movimiento que hacía, gogo se levantó del suelo y fue directo a bajar todos los retratos y fotos de ellos dos juntos, se veía contento mientras lo hacía sus manos eran grandes y podía sostener muchas en una mano.

Al tener todas en sus manos empezó a bajarlas al suelo mientras yami aun seguía muy desconcertado pero escuchaba atentamente a Gogo y veía como se sentaba a su lado con gran confianza.

-esta vez es cuando fuimos a la playa, fue un día muy caluroso pero la pasamos bien, esta fue cuando fuimos al parque cuidabamos a nuestro perrito lastima que ese día se nos perdió.

Gogo rio silenciosamente, solo trataba de confundir a yami claramente lo hacía y eso le hacía divertirse.

-puede ser algo incomodo y muy confuso cierto?

Gogo parecía solo ser el único que hablara, gogo se levantó y salió de la habitación sin decir nada simplemente sonriendo.

Yami queria levantarse de ahí para seguirlo pero no podía, no sentía ni siquiera sus piernas
Lo que si quería era saber todo pero al parecer el otro chico rubio no le ayudaba en nada.

Bajo la mirada y ahí estaban todas las fotos donde se encontrá el y Gogo, tocaba las fotos como si quisiera recordarlo pero no podía cómo si nunca hubieran existido esas fotos.

La puerta de nuevo se abrió y yami se sobresalto al escuchar el sonido de la puerta, era otra vez el rubio tenía en manos una bandeja llena de comida y jugo.

-es hora de que comas y yo pueda platicarte de todo.

Gogo sonrió al verlo y lo dijo de una manera muy cariñosa.
El rubio se arrodilló de nuevo donde estaba, agarro el plato y tomo una cucharada de la sopa caliente que tenía en manos, empezó a soplarle para que yami pudiera comerla.

-Te hice sopa, no soy muy bueno pero se que te gustara.

Gogo al dejar de soplar llevo la cuchara hacia la boca de yami, Yami por instinto abrió su boca y la comio tranquilamente mientras los dos se veían fijamente y Gogo de vez en cuando le daba de beber, parecía como si estuviera cuidando a un bebé.

-Te sorprende todo ya lo se pero poco a poco recordarás todo.

Gogo sonreía y tocaba el rostro del peli morado, la lluvia dejo de caer y solo se podía ver a través de la ventana como las gotas de lluvia caían por los árboles limpiando completamente las hojas.

-quien eres? Quien soy?

Gogo no pudo evitar reírse algo bajo, su risa era la más bonita pero lo único malo de él era que siempre sera un completo psicópata.

-contestaré honestamente y tal vez puedas confundirte aun más, soy tu pareja y tú eres yami.

Gogo termino por decir sonriéndole tiernamente al peli morado.

Yami no lo entendía, de repente se sentía mareado, llevo sus manos a su cabeza ya que empezaba a doler como si algo le estuviera comiendo por dentro al punto de matarlo...