𝑨𝑵𝑶𝑻𝑯𝑬𝑹 𝑳𝑶𝑽𝑬, 𝚓𝚊𝚜𝚙𝚎𝚛 𝚑.

viii. I am broken.

CAPÍTULO OCHO | ESTOY ROTA

JASPER HALE

Ha pasado una semana y media desde que Stella desapareció. El día que la dejé después de que se fue de mi casa fue la última vez que la vi. Damon vino a nuestra casa para comunicarnos que había dejado una nota de que no quería que la molestaran hasta que decidiera regresar por su cuenta, nadie sabe dónde está, eso me frustra y Alice no puede ver nada.

Esta semana, la hija del Sheriff Swan llegó a la ciudad y descubrimos que ella es la cantante de Edward. El telépata casi pierde el control cuando se acercó demasiado a la chica y decidió que iba a pasar un tiempo con los Denali, nuestros parientes en Alaska. La niña realmente tiene un olor muy fuerte que nos preocupa a todos ya que no soy el más controlado de mis hermanos.

—Llamó Damon. —se comunicó Alice invadiendo mi habitación y sacándome de mis pensamientos. —Dijo que Stella volvió. —dijo y de inmediato me levanté de la cama.

—¿Ella está bien? —pregunté preocupado.

—No sé, Damon dijo que sabe que ella es tu compañera y cree que solo tú puedes ayudarla ahora. —dijo el vidente.

—¿Ayuda con que? —pregunté confundido.

—El no dijo. —comentó y yo asentí antes de correr a velocidad sobrenatural hacia la casa de Stella.

STELLA MIKAELSON

Solo han pasado unas pocas horas desde que llegué nuevamente a Forks. El tiempo que estuve fuera fue en Malibú huyendo de mis problemas, papá me pidió que matara a algunas personas que se atrevieron a desafiar a nuestra familia y con mucho gusto lo hice.

Cuando estaba en Malibú simplemente me divertía, no me importaba matar gente inocente porque era cruel cuando aún tenía humanidad. Pero sigue siendo raro volver a tener emociones, estuve dos años sin ellas y ahora que están de vuelta necesito acostumbrarme de nuevo.

Mis emociones son raras, solo siento algunas y otras no. Mis emociones se sienten como una caja fuerte bajo llave, llaves que he perdido y no sé cómo encontrar.

Estoy confundida y rota.

Esta mañana volví a Forks y Damon prácticamente me aplastó en un abrazo, Katherine estaba en Rusia pero pronto regresará... siempre regresa.

Fuera de mis pensamientos cuando escuché que alguien trepaba por mi ventana y un olor a almendras invadió mis fosas nasales, rápidamente reconocí el olor de Jasper. Segundos después el rubio pasó hábilmente la ventana y la volvió a cerrar, mirándome preocupado.

—¿Qué haces aquí? —pregunté confundida.

—Damon me pidió que viniera a hablar contigo. —respondió el mayor acercándose lentamente. —¿Estás bien? —preguntó sentándose frente a mí en la cama.

—Yo... —hice una breve pausa. —Creo... —completé insegura.

—¿Qué sucedió? Me preocupé —admitió el mayor.

—Mi humanidad ha regresado. —le confesé y el empático me miró confundido.

—¿Humanidad? —preguntó sin entender y solo entonces recordé que él no sabía que mis emociones estaban apagadas.