𝑨𝑵𝑶𝑻𝑯𝑬𝑹 𝑳𝑶𝑽𝑬, 𝚓𝚊𝚜𝚙𝚎𝚛 𝚑.

x. Romantic date.

CAPÍTULO DIEZ | CITA ROMÁNTICA

STELLA MIKAELSON

—¡Eres lento! —me burlé subiendo a una roca mientras el mayor intentaba acompañarme en una carrera.

Hoy el día estaba soleado y los Cullen no irían a la escuela porque se convierten en bolas de discoteca cuando entran en contacto con el sol y como no me divertiría sin los Cullen decidí pasar el día atormentando a Jasper.

—¡Te mostraré quién es el lento! —prometió arrojándose sobre mí y ambos terminamos cayendo al suelo rodando por el campo de flores mientras reíamos.

—¡Me llenaste el pelo de hojas! —refunfuñé sentándome en el piso y comenzando a quitarme las hojas secas que había en mi cabello.

—Deja de molestar. —bromeó con desdén y yo le tiré un puñado de tierra irritada.

—Ve a aprender a vestirte decentemente, patán. —respondí analizando su ropa, vestía una camisa negra, jeans y una chaqueta de mezclilla.

—¿Me llamaste patán? —preguntó incrédulo y crucé los brazos debajo de mis pechos.

—Puede. —dije con poco cuidado.

—Te mostraré quien es el patán. —me dio una sonrisa pícara antes de atacarme con cosquillas.

—¡Oh! ¡Detente bruto! —grité entre risas.

—¿Quién es el patán? —preguntó, deteniéndose para hacerme cosquillas con una sonrisa de oreja a oreja mostrando sus afilados colmillos.

—¡Tú! —me burlé, derribándolo de nuevo.

Volví a correr a una velocidad sobrenatural hacia la mansión de los Cullen mientras Jasper intentaba alcanzarme inútilmente, de vez en cuando disminuía la velocidad solo para dejar que se engañara pensando que me alcanzaría.

Me sentí totalmente libre cuando estaba con Jasper.

Ni bien entré a la mansión de los Cullen pasé a Emmett a una velocidad sobrenatural casi derribándolo y me fui a la cocina escondiéndome detrás de Emse quien me miraba fijamente sin entender nada.

—Esme protégeme. —dije aún riendo.

—¿Protegerte de qué, cariño? —preguntó la vampiro confundida y segundos después Jasper apareció en la cocina.

—Del mayor. —dije escondiéndome detrás de Esme de nuevo.

—¿Quién es el patán? —volvió a preguntar el rubio mostrando los dientes solo por diversión.

—¡Tú! —me burlé, sacándole la lengua al Hale, quien me gruñó.

—¡Modales, Jasper! —regañó Esme. —Stella pensará que cree a un salvaje. —comentó divertida y la miró incrédulo.

—¡Pero madre! —hizo una rabieta pateando el suelo como un niño mimado.

Se ve lindo haciendo una rabieta.

—¡Stella! —Alice saltó hacia mí con una gran sonrisa en su rostro. —Damon dijo que puedes cantar. —comentó el hada sugestivamente entregándome un micrófono de juguete y yo sonreí emocionada. —Ven y monta un espectáculo junto con Emmett.

—Sostenga mi abrigo, señor Hale. —me quité el grueso abrigo entregándoselo al empático.

—¿Parezco un mayordomo por casualidad? —preguntó irónicamente y yo sonreí con picardía.