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ᴀʟ | ❝He won't think I'm an angel when he meets the monster I really am❞
Stella Mikaelson es la hija del temido híbrido original de Nueva Orleans. Stella apagó su humanidad después de salir de una relación tóxica hace años, pero todo c...
Me desperté con el sonido del despertador sonando sin descanso, hoy era sábado y el día estaba soleado y extrañamente caluroso. Anoche no me separé del lado de Russell hasta que estuve segura de que le había bajado la fiebre.
Me levanté de la cama y fui al baño a hacer mi higiene. A diferencia de otros días, hoy estaba emocionada y solo quería pasar tiempo en familia con Russell sin que nadie me molestara.
Salí del baño y fui al armario a elegir algo que ponerme, elegí un vestido negro con tirantes finos y un par de sandalias negras.
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Fui al tocador y me peiné el cabello y me hice unos rizos en las puntas, me puse rímel, me delineé los ojos y por último me puse un labial nude.
Mi idea era ir a un campo cerca de mi casa y hacer un picnic para que Russell tomara el sol y se divirtiera. Caminé hasta la habitación del chico ruso que dormía plácidamente y abrí la ventana de su habitación haciendo que los rayos del sol la invadieran.
—¡Buenos días, Russell! —tarareé besando sus mejillas regordetas.
—Mm... Stella. —gruñó.
—Es hora de despertar. —le dije llenándolo de cosquillas.
—¡Pero todavía es temprano y hoy es sábado! —murmuró haciendo un puchero.
—¡Deja la pereza en la cama y levántate, vamos a hacer un picnic! —conté y sus ojitos se iluminaron en animación.
—Nunca he tenido un picnic. —comentó. —¿A dónde vamos? —preguntó con curiosidad.
—Cuando lleguemos verás, pero ahora ve a vestirte. —le deposité un último beso en su mejilla.
Russell corrió emocionado al baño para hacer su higiene y yo salí de la habitación y bajé las escaleras hacia la cocina. Hice algunos sándwiches, bocadillos y algunos dulces y los puse todos en una canasta junto con algunas botellas de jugo. También le compré algo de comida a Dean, ya que iba a correr afuera.
Unos minutos más tarde, Russell bajó las escaleras corriendo emocionado con Dean siguiéndolo. Finalmente agarré un mantel y luego salimos de la casa y subimos al auto rumbo a un campo donde Jasper me había lavado una vez.
[...]
Sonreí cuando vi a Russell rodar por el suelo mientras Dean saltaba sobre él derribándolo, esa es la forma torcida de Dean de mostrar afecto. Planeo decirle a Russell hoy que mi familia llegará mañana.
—Estoy cansado. —dijo el niño, arrojándose sobre el mantel.
—¿Tienes hambre? —pregunté y él asintió.
Corté un trozo de pastel de chocolate en un plato pequeño y se lo di al pelirrojo quien lo aceptó con gusto, tomé la comida de Dean y puse una cantidad generosa en el tazón y un poco de agua en un tazón aparte.
—Russell... —comencé y el chico me miró. —¿Recuerdas que una vez me dijiste que querías conocer a mi familia? —pregunté y él asintió. —Bueno, vienen mañana. —le dije y el pelirrojo abrió mucho los ojos mostrando una sonrisa.
—¿Es en serio? —preguntó emocionado y yo asentí. —¡Me encantaría conocerlos! —dijo en el mismo tono y suspiré aliviada de que no se hubiera asustado.
—Me alegro de oír eso. —comenté depositando un tierno beso en su pelirroja cabellera.
Mientras Russell comía me recosté sobre la toalla y cerré los ojos disfrutando del agradable sol. Pasar un día entero sin tener que lidiar con mil y un problemas es satisfactorio.
