Capítulo 7

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Capítulo 7. Él.

 

El tan esperado viernes había llegado rápido.

Había tratado de levantarme temprano, pero al final solo termine por posponer mi alarma dos veces.

Me di un baño, busque mi atuendo más bonito pero no tan elegante y me arreglé un poco más de lo normal.

Cuando me dirigía a la cocina en busca de prepararme un café sentí mi teléfono replicar en el bolsillo de mi pantalón. Al sacarlo me percato de que de trata de mi madre y suelto un pequeño suspiro para después atender a la video llamada.

— Hola mamá, hola papá.— saludo mientras veo como mi madre trata de acomodar la cámara en busca de que los vea a ambos.

— ¡Hola mi pequeña niña!

— ¡Feliz cumpleaños hijita! — exclama mi padre a lo que enseguida ambos comienzan a cantar una canción de cumpleaños.

Reprimo unas terribles ganas de llorar mientras los escucho cantar y sonreír a través de la pantalla.

En cada cumpleaños podía darme unas pequeñas vacaciones las cuales aprovechaba para ir con mis padres y pasar unas buenas semanas siendo consentida por las dos personas más importantes en mi vida. Pero desde que me había mudado a San Francisco no había podido volver a verlos, no a menos que fueran vacaciones de alguna época del año, me había costado mucho haber llegado aquí, y estaba feliz de haberlo logrado, estaba feliz por haber conseguido el trabajo de mis sueños, pero no veía el día en que pudiera compartir esto con mis padres.

Feliz cumpleaños a ti…

Una vez que mis padres finalizan su cantar comienzo a aplaudir y finalmente me permito sonreír con amplitud.

— Gracias, a ambos.

Converso durante unos minutos más con mis padres y trato de omitir cosas sobre mi trabajo. El siquiera recordar que tenía que ir a trabajar me hacia sentir deprimida.

¿A caso no dijiste que era el trabajo de tus sueños, Lily?

 

Sí, lo es, pero… Agh.

Después de decirles a mis padres que iba tarde al trabajo, – que no era una mentira – me despido de ellos y termino la llamada. Tomo mi bolso y mi abrigo del perchero y salgo a paso apresurado cómo es mi costumbre.

Aquí es donde debería aprender a ser más ordenada en mis horarios.

 

Mi mirada se centra en la laptop frente a mí y no dejo de mirar la hora en la parte inferior de la pantalla.

Hoy me cuesta concentrarme y por mucho que intento centrarme en el archivo el cual debo redactar mi mente no deja de traerme recuerdos o asuntos pendientes que logren llevarse mi atención.

Dos golpes en la puerta me hacen volver de mi más reciente trance y al dirigir la mirada hacia la puerta mis ojos se abren ligeramente en sorpresa.

— Un pajarito me dijo que es tu cumpleaños.

Ante mi notorio silencio Alex se adentra a mi oficina con el pequeño ramo de flores de distintos colores el cual extiende en mi dirección.

— Feliz cumpleaños Lily.

— Vaya, Alex, gracias.

Recibo el ramo aún con sorpresa y una pequeña sonrisa se dibuja en mi rostro. Aquel ramo me parece un bello detalle y al dirigir mi mirada hacia el chico puedo ver qué está feliz de que yo también lo este.

— Y me gustaría saber si quisieras ir a algún sitio para cenar y celebrar tu cumpleaños.— habla nuevamente el chico y agrega enseguida — Bueno, si es que no tienes otros planes.

Y como si me estuviera esperando aquello sonreí, y no entendí porque.

— Gracias, Alex, pero por el día de hoy quisiera descansar.

— Claro, yo… lo entiendo.

Veo al rubio levantarse dispuesto a aceptar uno más de mis rechazos y cuando lo veo dar media vuelta digo:

— ¿Estaría bien si lo dejáramos para mañana por la noche?

Alex se vuelve hacia mi con rapidez y su rostro pasa de reflejar decepción a sorpresa. Su boca se entreabre un par de veces y después la cierra en espera a que diga algo, pero al ver que no lo haré responde.

— Sí, digo, por supuesto.

— ¿Te parece en ese restaurante que acaban de abrir en el centro?

El rubio sonríe con amplitud y se limita a asentir.

— A las 8.

— Ahí estaré.— afirmo con una pequeña sonrisa.

Alex asiente y sin más se marcha a paso apresurado hacia la puerta y me mira una última vez antes de perderse de mi vista por el pasillo.

Una vez que me encuentro sola de nuevo suelto un ruidoso suspiro y llevo mi mirada hacia el ramo que aún tengo en manos. Solo espero que la decisión que tome haya sido la correcta.

La hora de salida llega más rápido de lo que esperaba y comienzo a guardar mis cosas. Me coloco mi abrigo y me cuelgo el bolso sobre mi hombro para salir de la oficina.

Me despido de las personas que encuentro en mi camino a la salida y saco mi mascada para colocarla sobre mi cuello al sentir el frío viento de la noche golpearme el rostro. El cabello se me revuelve y trato de peinarlo a los lados de mi cara con mis dedos.

En mi camino por la calle reviso mi celular un par de veces leyendo algunos mensajes enviados por mis padres. En las ultimas horas de mi trabajo había estado pensando en qué haría para pasar mi cumpleaños, por lo que había optado por darme un pequeño lujo y comprar comida de algún restaurante, llegar a casa, comer y ver algún programa o película.

Así que iba camino hacia un restaurante que no solía frecuentar mucho, pero que la comida era bastante deliciosa y un tanto costosa.

Miro a ambos lados de la calle y enseguida cruzo la calle para continuar caminando por la cera. La calle es iluminada por las luces de los distintos locales abiertos, los autos siguen transitando y las personas caminan seguramente en dirección a sus casas o a encontrarse con alguien.

Voy tan perdida en mis pensamientos que chocó con alguien y enseguida me disculpó. El tipo asiente sin dirigirme la mirada y continúo mi camino un tanto apenada por lo ocurrido anteriormente, y entonces vuelvo a detenerme. El aire abandona mis pulmones y me giro con rapidez, la gente sigue su camino por mis lados mientras que con la mirada busco al tipo con el que choque.

Una vez que lo encuentro comienzo a caminar en dirección a él pero me es imposible alcanzarlo. Así que me armó de valor y apretando con mi mano las correas de mi bolso lo hago.

— ¡Eddie!

Veo al sujeto detenerse y volverse hacia atrás un tanto inseguro. Y entonces lo veo, es él, no ha cambiado nada. Cuando su mirada finalmente da conmigo se queda muy quieto, apenas lo veo parpadear. Siento las lágrimas amenazar con salir y sin pensarlo comienzo a caminar en su dirección, él aun continúa mirándome y me apresuró a caminar, y cuando estoy finalmente a unos pasos de él continúo acortando el espacio que nos separa lanzándome a él para abrazarlo con fuerza.

— Hola Lily.

Su voz roza mi oído y el volver a escucharla me hace sonreír mientras lucho contra las lágrimas.

— Hola Eddie.

 

Stuck with Me [Tom Hardy Y Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora