Capítulo 12

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12. Control.


Había pasado casi un mes desde que había comenzado todo esto de la relación con Eddie, y no sabía que algo así podía traerme tanta felicidad.

Aún cuando no teníamos una definición de lo que sería esta relación, ambos estábamos lo bastante cómodos y felices con la compañía del otro.

Mi camino al trabajo nunca antes me había parecido tan agradable, el clima era el mejor que pudiera recordar antes en San Francisco y la canción que se reproducía en a través de mis audífonos solo alimentaba más la positividad en mi.

Incluso mi trayecto a la oficina, me recordaba tanto a cuando me dí cuenta de mis sentimientos por Eddie, oh, Eddie. Tan sólo pensarlo provocaba que el corazón me latiera con fuerza y un escalofrío me recorriera el cuerpo.

Muevo la cabeza un poco, alejando todos los pensamientos calurosos que se cuelan en mi mente y me adentro a mi oficina para prepararme en mi día. Tomo asiento frente a mi escritorio y enciendo mi computadora, mostrándose en el fondo una foto Eddie y yo la cuál nos tomamos en una cita en la feria.

Sonrío como tonta a la pantalla mientras miro la foto y no me percato de que hay alguien de pie frente a la puerta, toca el cristal que funge como pared y levanto la mirada un poco exaltada.

— ¿Interrumpo?

— Por supuesto que no, Alex, pasa.

Miro como el rubio fuerza una sonrisa y se adentra hasta tomar asiento frente a mi al otro lado de la mesa.

— Sólo pasaba para avisarte que el sábado por la noche asistiremos a un evento.

— ¿Vamos a cubrir la fiesta de algún millonario?

— Somos invitados, Lily.— responde Alex mientras estira su mano sobre la mesa para tomar una pluma y jugar con ella entre sus dedos.— Carlton Drake nos ha invitado a la fiesta de aniversario de su empresa.

— Bien, supongo que podrás hacerlo bien por tu cuenta, Alex.— respondo al rubio quien ante mis palabras levanta la mirada.

— Tienes que ir, a menos que quieras desobedecer una orden directa del jefe.

Todo el entusiasmo que había tenido al comienzo de mi día se esfumó tan pronto el chico menciona esas palabras.

— Realmente quisiera poder hacer algo para que no asistas, Lil, todas esas personas son tan superficiales y estoy seguro que no te sentirás cómoda en ese ambiente.

— Gracias Alex.— trato de tomar la mamo del rubio sobre la mesa y este se apresura a alejarla y ponerse de pie abruptamente afinándose la garganta.— Alex, nunca pude disculparme por no haberte dicho sobre…

— ¿Tu relación con Eddie? Cuando comencé me negué a escuchar los rumores, es decir, sigo sin creerlos Lily, pero…— guarda silencio durante un largo rato hasta que él mismo lo rompe — Te veré luego, Lily.

Antes de que pueda preguntar a Alex por los rumores fue ha mencionado el rubio sale apresurado por la puerta dejándome totalmente confundida.




La tarde había caído muy pronto y para mi suerte el resto de mi día no continuaron abrumándome con más cosas, y aún así mi mente no dejaba de lanzarme tantas veces como le fuera posible las palabras de Alex. Me negué a escuchar los rumores.

¿Rumores de qué? Y además, ¿Sobre mí?

No podía ser así, estaba cerca de cumplir dos años trabajando en la empresa, y ese tiempo me enfoqué en hacer bien mi trabajo y mantenerme al margen para que no hubiera nada que pudieran hablar de mi.

Salgo hacia la calle tan distraída que cuando el sonido de un pitido llama mi atención tardo un poco en reaccionar, mis ojos se encuentran con Eddie, quien sonríe ligeramente mientras me mira acercarme a él. Trato de devolverle el gesto y mostrarme lo más feliz y tranquila cuando me acerco y sus labios atrapan rápidamente los míos en un suave beso.

El camino hasta mi casa se vuelve tan corto mientras yo me permito hundirme en mis pensamientos y confundirme más respecto a lo que estaba pasando, o tal vez lo que ya había pasado. Al llegar a mi casa Eddie aparca la motocicleta y bajamos para adentrarnos a la comodidades de mi hogar, nos quitamos los abrigos y caminamos por el pequeño pasillo.

— ¿Quieres un café? — Eddie asiente y yo me dirijo a poner a calentar el agua.

Eddie toma asiento en el gran sofá de la sala y se pone a leer un libro que he dejado sobre la mesa, juego con el hilo que sale de la manga de mi suéter y juego con este, debatiéndome entre hablar o no con él. El agua no tarda en estar lista y preparo dos cafés y los llevo hasta la sala en donde se encuentra Eddie aún con mi libro en manos.

— ¿Podrías prestarme este libro después?

— Claro,— sonrío ligeramente y lo veo tomar la taza y dar un sorbo.— Eddie, quería preguntarte algo.

— ¿Qué pasa? — lo veo dejar la taza sobre la mesa junto al libro.
Me remuevo sobre mi lugar y digo.— He oído que en la empresa estuvieron corriendo algunos rumores, no estoy muy segura pero, tal vez tengan que ver con nosotros.

Veo al hombre frente a mi quedarse en silencio como si estuviera pensando sus palabras, el silencio junto a los nervios me carcomen con el paso de los minutos y finalmente dice:

— Fueron puras estupideces, esperaba que nunca te enterarás para que no te abrumara.

— ¿Entonces sabes lo que decían? — le cuestiono sintiendo la frustración invadirme.

— Lily…

— ¿Qué es lo que decían? — él se queda en silencio y me pongo de pie con molestia.

— Que dejé a mi prometida porque la engañaba contigo. Es estúpido, Lily.
Camino de un lado hacia otro y me paso una mano por el cabello.

— No puedo creer que ni siquiera pensarás en decirme, Eddie.

— Porque no quería preocuparte como lo estás ahora, ¿Ok?

Lo veo ponerse en pie y caminar hacia mi, sus manos van hacia mis brazos y los frota suavemente.
— Jamás me había sentido tan enamorado hasta que te conocí, ni siquiera con Anne. Y lo que pasó entre ella y yo no fue cosa tuya, ni tuviste nada que ver.

Sus palabras logran alejar esa bruma de mi mente y lo miro atenta, notando en sus ojos la sinceridad de lo que estaba diciéndome.

— ¿Sabes cuánto te quiero? — murmura acercando sus labios a los míos dejando un casto beso sobre estos.

Sonrío en medio del beso y pronto este toma otro nivel, las manos de Eddie van de mis brazos a mis caderas para acercar más mi cuerpo al suyo. Sé lo que pretende hacer así que comienzo a meter mis manos bajo su camiseta, permitiéndome tocar desde su abdomen hasta su pecho.

— Creo que necesito que me lo recuerdes.— murmuro cerca de su oído.

Me aparto un poco para mirar a Eddie y pronto siento como sus manos comienzan a deshacerse de la ropa que llevo puesta, en cuestión de segundos tengo a Eddie sobre mi, con sus manos sobre mis pechos apretando y amasando. Por mi parte tiro de su cabello mientras puedo sentir su erección crecer con el paso de nuestras caricias, así como la humedad entre mis piernas.

Puedo sentirlo prepararse para alinearse en mi entrada pero antes de que pueda sentirlo cambio nuestras posiciones y ahora comienzo a frotarme sobre su miembro.

— Carajo, Lil, me estás matando.

Las manos de Eddie van hacia mi trasero y lo tomo como una señal para tomar su miembro y alinearme sobre el, la fricción que nos provoca hace que sonidos vulgares salgan de nosotros. Siento a Eddie moverse debajo de mí, así que pronto comienzo a subir y bajar apoyando mis manos sobre su pecho.

Mientras subo y bajo sobre él las manos de Eddie se aferran a mis caderas y echo la cabeza hacia atrás, disfrutando de la exquisita sensación que me provoca sentir que soy la que tiene el control de la situación.


Qué equivocada estaba.




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¿A qué creen que se refiera Lily?

¡Sorpresaaa! I'm back beautiful people jeje.

Espero que sigan disfrutando de la historia, estuve cerca de dejarla en el abandono pero no pude.

Dejen sus comentarios y nos leemos pronto

Un abrazo ✨

Stuck with Me [Tom Hardy Y Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora