Casada con una mafiosa

Capitulo 8

Me desperté y aún seguía siendo de noche y sentí un calor en mi espalda, у gire suavemente y vi a Steve pegado a mí, su brazo en mi estómago. Era relajante estar así, no que me sintiera atraída por el sino que lo veía como a un hermano pero aun así me sentía bien y cómoda en esta posición, vestía una camiseta de tirantes de color blanca y unos pantalones grises, y yo que pensaba que la mayoría de los hombres dormían en boxers. Visualice un pequeño reloj con la hora en luz roja que se proyectaba en el techo de la habitación; 6:30 de la mañana. Con cuidado salí de la cama y me dirigí a mi habitación para ducharme y mirar si algo de ropa había sobrevivido a mi ataque de anoche, que por cierto, necesitaba saber cómo reacciono Daniela al saberlo y saber si vio lo que hice. Tome una rápida ducha vistiéndome con la misma ropa del día anterior y baje a la cocina y me propuse preparar algo de desayunar a los chicos aunque no sabía cuántos vendrían.

Estuve mirando por todos los cajones y visualice que tenían 3 cafeteras, así podría hacer café a montones para los chicos, que bastaba que lo hiciera para que a ninguno le gustara, pero aun así lo hice. Después cogí un libro de recetas y vi que tenían la receta de las tortitas, el solo ver la imagen mi estómago rugió y prepare todos los ingredientes y estuve como más de hora y media haciéndolo, los deje en una gran bandeja en mitad de la mesa después de comerme algunos, cogí bolsas de basura y alguna que otra cosa para poder limpiar y recoger algo de la habitación.

Decidí poner en todas las puertas de las habitaciones una nota que decía "Café y tortitas para desayunar en la cocina. Poche" y así que supieran que había hecho el desayuno para ellos. No sé el tiempo que estuve limpiando y tirando todo lo inservible, alguna que otra cosa salía volando por la ventana para así ser más fácil de retirarlo después de la casa. Cuando me sentí lo suficientemente cansada salí de la habitación y baje a la cocina, todos los chicos estaban sentados en la gran mesa comiendo y bebiendo.

- Buenos días.- dije tímidamente. - Esto está demasiado bueno. Hace cuanto no desayunábamos algo que no estuviera pre-cocinado o algo que no fuera café calentado de la noche anterior?

- Me alegro de que les guste, no tenía nada que hacer cuando me desperté y supuse que tendría tiempo hasta que se despiertan para hacer algo. Por cierto, Steve o Daniela se despertaron?

- Creo que están en la oficina. Pero tú no comes?

- Yo ya me comí algunos, solo dejen algunos para los chicos.

Cogí un plato y deje algunas tortitas y dos tazas de café y lleve todo en una bandeja y me dirigí hacia donde los chicos me dijeron que se encontraban Daniela y Steve. Cuando llegue toque la puerta y solo después de escuchar un adelante entre.

Me dijeron los chicos que estaban aquí y les traje el desayuno antes de que desapareciera todo. - Gracias. Ahora podrías sentarte? Tenemos que hablar.

- Si, ya, lo siento por lo de ayer es que, prometo comprar todo de nuevo para la habitación y...

- No es eso, no pasa nada, es otra cosa que hará que tu padre tenga que dejar de querer llevarte a tu casa, sonara raro pero en este mundo tenemos un gran respeto a las familias del resto de las bandas, ellas no se tocan si no están dentro de la banda.

- Pero yo estoy aquí y mi padre es de otra banda.- mi cara palideció cuando lo pensé por un segundo, me llevarían a donde el?- Estas diciendo que...que tengo que volver con él? No por favor no, cualquier cosa antes que eso, Daniela por favor.

- No es eso, no voy a llevarte a esa casa de nuevo. Por eso estas aquí, te voy a proponer algo que te hará intocable incluso ante tu padre, podrás salir de aquí sabiendo que nada te pasara. Va a sonar descabellado pero solo escucha si?

De acuerdo.- dije algo nerviosa. - Mejor cuéntaselo tu Steve, tienes mejor mano a la hora de hablar y explicar las cosas.

- El caso es que en este mundo, como Daniela ha dicho la familia de uno se respeta, por eso las mujeres e hijos de un líder, su familia no se toca, nadie puede hacer nada en contra, son intocables. Mi hermana y yo estuvimos hablando y pensamos que es la única opción para que puedas hacer una vida normal, sin miedos ni temores de que algo te pudiera pasar.