Capitulo 6

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No sabía qué hacer, tenía pánico a volver a mi casa pero tampoco quería volver a la casa donde estuve encerrada todos estos meses y ver a Daniela, tener que enfrentarla sabiendo que ella no me golpearía ni haría nada que atentara contra mi persona, aunque bueno pensándolo bien, después de ese pequeño "castigo" como ella lo llamo, no estaba tan segura de eso.

No sé cuánto tiempo estuvimos en silencio, pero Steve a cada segundo me miraba esperando una respuesta que yo aún no tenía. Mi cabeza trabajaba a marchas forzadas recordando todo lo que había vivido en aquella casa y lo que había vivido en la casa de Daniela. - Poche?- dijo Steve sacándome de mis pensamientos, no respondí, solo lo mire.- Que harás? Tengo que volver antes de que amanezca y todos despierten.

- Puedo...puedo quedarme aquí hasta la mañana? Tengo muchas cosas que pensar, tu puedes irte, cuando regreses prometo que no estaré.

- Puedes quedarte pero me gustaría hablar contigo una vez que sepas que harás, porque si vuelves a tu casa ten por seguro que no me separare de tu lado, se de lo que es capaz Juan Carlos y no te dejare sola.

Me abrazo y después de un largo tiempo prepare algo para comer para Steve y para mí, ya que moría de hambre después de tanto tiempo de comer apenas nada y una vez recogí todo con la ayuda de Steve este se fue dejándome un número de teléfono al que llamarle cuando quisiera. Una vez que se fue, inspeccione aquel apartamento que estaba completamente vacío, no había nada personal o ropa, parecía como si nadie viviera allí, sino que más que eso parecía que fuera algo para un caso de emergencia, cosa que no me sorprendería sabiendo donde estoy metida, mirara donde mirara estaba rodeada por la mafia sin quererlo. Me pase las siguientes 4 horas pensando en que hacer. Como me gustaría ir a casa y decirle a mi padre que se lo que es, confrontarlo y mandarle a la mierda y a la policía por todo lo que me hizo pero sabía que cuando pisara esa casa seria golpeada y el miedo volvería a mi cuerpo. Las horas seguían pasando y el cansancio estaba pasándome factura asique me fui a una de las habitaciones y me tumbe en la cama y rápidamente caí en un sueño placentero. Me desperté por unos golpes en la puerta de la entrada, sabía que Steve no podía ser asique cogí el teléfono y marque su número, estaba muerta del miedo, no quería que nada me pasara. Me acurruque en la bañera pensando que era un buen escondite, al menos de momento.

- Steve? Tienes que venir por favor, tengo miedo, mucho miedo.- dije cuando el contesto sin dejar que llegara a decir nada. - Que pasa Poche?

- Hay hombres golpeando la puerta de tu apartamento y de seguro pronto la puerta cederá y algo me pasara, ayúdame por favor.

Se quedó unos segundos en silencio mientras los golpes se hacían cada vez más fuertes lo que hacía que empezaran mis sollozos y mis temblores, maldecía a Steve por pensando tanto tiempo que parecían horas.

- Donde te encuentras? - En la bañera de una de las habitaciones, creo que es la principal, no sé. Porque me preguntas eso? - Vale, entonces sal de ahí, metete debajo de la cama y tienes que encontrar que una de las tablas esta algo separada, súbela y metete ahí y quédate en silencio, nada te pasara, ahora voy con los chicos, estaremos en menos de dos minutos no te preocupes, nada te pasara. Antes de poder contestar la puerta del baño se abrió y solté un pequeño grito y escuche pasos hacia donde me encontraba. Mierda y más mierda! Porque no podía morirme ahora mismo de un ataque al corazón o cualquier otra cosa rápida? Cuando la cortina de la bañera se abrió y mire hacia aquel hombre no sé si me sorprendí o me asuste más de lo que estaba, el me miro con una sonrisa arrogante y a la vez con aquella cara que podía matarte en segundos sin hacer ningún movimiento.

- Poche? Poche joder habla!- escuchaba al otro lado de la línea. - Pa-papa?!

- Como te atreves pequeña zorra a irte con estos? Ahora mismo vuelves y te daré tu merecido, si crees que hasta ahora habías sufrido, hare de tu vida un maldito infierno, y dile a tu querido amigo que Juan Carlos Garzón le manda saludos.

Casada con una mafiosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora