Capitulo 5

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Hacia dos semanas que Daniela me había "castigado" después de lo que paso y me bajo de malas maneras a la habitación donde me encerraron, violaron y golpearon durante 3 semanas antes de que ellame salvara de aquella pesadilla, pero ahora no era gracioso. A nadie le era permitido venir a mi "habitación", solo ella era la única persona con la que había tenido relación, si es que verla entrar y volver a salir sin decir una palabra seis veces al día se podía llamar relación. Me traía la comida y se iba, después volvía media hora más tarde y se llevaba la bandeja dándole igual si había comido o no o si quiera si estaba comiendo, me la quitaba y yo no me atrevía a protestar, sus ojos llenos de rabia se posaban en mi cada vez que intentaba abrir la boca.

Creo que me estaba volviendo loca, no había abierto mi boca desde hacía tanto tiempo que ni me acordaba del sonido de mi voz, solo quería que esta mierda se acabara porque estaba harta de tener que lamerle el culo a la idiota esa que se creía la reina del mundo cuando no era más que una mísera mafiosa que se dedicaba a matar a personas de otras bandas enemigas.

Escuche pasos y supuse que sería Daniela, pero aun no era la hora de la cena asique me preocupo bastante. Hacia dos días le había dejado mi maldita ropa que había encontrado en el armario de mi antigua habitación y se la deje encima de la bandeja. Cuando vino a recogerla, dejo la ropa en el suelo pero a la hora de la cena volví a dejarla en la bandeja, esta vez rasgada e inservible asique ella se la llevo a regañadientes, y desde entonces me encontraba en mi ropa interior.

- Poche?- pregunto una voz que reconocí rápidamente.

Siempre que escuchaba pasos me sentaba en la parte trasera de la puerta, no quería que me vieran, odiaba a todo el mundo por no venir a ayudarme, pero nadie contradecía a Daniela.

Intente hablar pero mi voz no salió, entonces la puerta se cerró un poco y vi su cabeza asomarse, su cara al ver cómo me encontraba lo decía todo.

- Vuelvo enseguida, traeré ropa limpia, ya se pasó mi hermana con esto.

Cuando se fue me volví a sentir como los primeros días, me volvía a sentir una prisionera de verdad, no una persona que estaba retenida bajo su voluntad pero tenía todos las comodidades como las que tenía, me volvía a sentir insignificante, no tenía fuerzas de discutir con nadie, aun así me dijeran que saltara por un puente ahora mismo lo haría sin discutir. La situación me estaba cansando, quería irme de aquí, pero no podía volver con mi familia, no dejaría que me golpearan y me humillaran de nuevo, la estancia aquí me hizo aprender a enfrentarme a los problemas, si no temía enfrentarme a Daniela, porque temía enfrentar a mi padre?

Unos minutos después la puerta se abrió de nuevo dejando ver a una Daniela cambiada, no me miraba como si quisiera asesinarme, y en sus manos traía ropa limpia. Me la entrego y yo se la tire de mala gana a su cara, no quería nada que proviniera de ella.

- Tienes que vestirte, vuelves a tu antigua habitación.

- Cárcel dirás.

De donde había sacado las fueras? Justo antes de volver a contestar Steve entro y traía una manta consigo, me puse de pie para que me tapara con ella y me sorprendió que me cogiera en sus brazos sin apenas esfuerzos. Note que al salir de allí y pasar por el salón todos los gritos de aquellos hombres soltaban por un partido de futbol se callaron mirándonos a los tres, yo no mire a ninguno, miraba a la nada.

Llegamos a habitación y me dejo sentada en la cama. Me levante dirigiéndome a la pequeña bolsa que había sacado de mi casa con algo de ropa y....donde estaba el dinero que había ahí?

- Mi...donde está mi dinero malditos ladrones!

- Lo guardamos para que nadie te lo robara.- dijo Steve tranquilamente.

Casada con una mafiosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora