Día 16: Hay un obstáculo

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¿Qué hago con los obstáculos? Piedras en el camino, advertencias sin fundamento, distracciones pretenciosas, engaños fraudulentos... ¿Qué hago? Solo hay una respuesta con distintas interpretaciones: vence los obstáculos, supéralos, destrúyelos, elimínalos, y por supuesto, asesínalos.


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Estoy durmiendo con tranquilidad, Toby se encuentra a un costado mío.

—Es hora de desayunar —decía él, con una voz irritablemente alegre.

Me despojo del sueño y consumo los alimentos. Mientras lo hago, puedo observar a Toby comiendo su parte del desayuno.

Unos minutos pasaron, él seguía viéndome.

—¿Quieres salir al jardín? —preguntaba con emoción.

Hubo silencio de mi parte.

—O tal vez podemos jugar.

Sin respuesta.

—¿Paseamos al perro?

Todavía nada.

—Hay una habitación que te podría gustar, es muy interesante.

Un mutismo absoluto.

—¡Helado! A todos les gusta el helado, ¿quieres?

Ningún sonido se produce.

—¿En serio no quieres jugar?

Mudez voluntaria.

—Podemos recorrer los pasillos.

Ausencia de ruido.

—Quizás...

Silencio.

—Tal vez...

Silencio.

—Podemos...

Silencio.

—¿No te gustaría...?

Silencio.

—¡HABLA AUNQUE SEA UNA MALDITA VEZ! —gritó con notable desesperación.

Y el silencio seguía.

—No importa, te sacaré de este cuarto.

Me tomó en sus brazos, nos dirigimos al primer piso. 

De repente, muchas escenas se formaron en mi cabeza, como impulsos escondidos. Escenas sangrientas que me llenaban de satisfacción.

Primera escena: "Él baja las escaleras con precaución, sus movimientos son precisos; hasta que aparezco por detrás y lo empujo con fuerza, pierde el equilibrio y se tropieza. Cae rápidamente, escalón por escalón, destrozando uno que otro hueso. Al final rompe su cuello y muere instantáneamente".

Vuelvo a la realidad... ¿Cuánto tiempo pasó? Veo que ya estamos en el primer piso. 

Me deja en la silla de ruedas y comienza a llevarme. 

Segunda escena: "Antes de abandonar la sala principal, un terremoto espontáneo surge. Las paredes se agitan con descontrol. Un enorme candelabro ubicado en el techo se mueve, y sin previo aviso, desciende con gran velocidad. Él intenta alejarse, pero ya es demasiado tarde, no reaccionó a tiempo. Su cuerpo está totalmente aplastado, y un charco de sangre colorea el ambiente".

Estamos en medio de los pasillos, es un recorrido suave, todo muy callado.

Noto que el pasillo está oscuro, ya que algunas ventanas tienen cortinas gruesas que impiden ofrecer una agradable bienvenida a los rayos solares.

La Mansión de los Deseos LuctuososDonde viven las historias. Descúbrelo ahora